CAMAGÜEY-. Los fuertes embates del potente huracán Irma, que afectaron por alrededor de noventa y seis horas a diferentes provincias de las tres regiones del país, también azotaron con gran furia al mayor centro de educación superior del territorio camagüeyano: la Universidad de Camagüey Ignacio Agramante Loynaz.

“Entre los daños más perjudiciales estuvieron el desplome de ventanas de aluminio y madera de los albergues, aulas, oficinas y algunos laboratorios, la caída de la manta de impermeabilización del techo de la residencia de las hembras de la sede central y el derrumbe de la cerca que delimita la escuela con la circunvalación, aseguró Santiago Lajes Choy, rector de la UC.

El impacto de vientos sostenidos de más de 70 kilómetros y sus rachas cercanas a los 120, hicieron que este evento meteorológico derribara alrededor de unos 150 árboles entre especies maderables, frutales y ornamentales en la universidad camagüeyana y por otra parte rompiera varios cristales de algunos locales de las facultades, aulas y cuartos de becados.

Pero como de costumbre, los cubanos nos imponemos al paso de cada uno de estos fenómenos naturales que visitan nuestra isla en la temporada ciclónica. Así que ante las afectaciones, trabajadores no docentes, profesores e integrantes de la Federación Estudiantil Universitaria, en respuesta a la fase recuperativa, acuden al centro desde las primeras horas del domingo.

Labores de higienización, recogida de árboles y escombros caídos en las plazas y parques de esta casa de altos estudios, así como la reparación de las edificaciones perjudicadas por Irma, resultan de las principales actividades que la comunidad universitaria desarrolla para alistar nuevamente su institución y reanudar cuanto antes el curso escolar 2017-2018.