ESMERALDA, CAMAGÜEY.- Bajo la lluvia pertinaz que no pudo interrumpir el trabajo, llegamos hasta el grupo de linieros que se empeñaban en incorporar uno de los postes eléctricos tumbado en la calle principal de la comunidad de Jaronú. Los más de cien hombres que integran el contingente de la provincia de Granma no esperaron recibimientos y comenzaron a trabajar.

A Olvein Montero Cabrera, el Jefe de la Brigada, se le nota la experiencia en su rostro y ni una pizca de miedo a lo que se enfrentará. Seguro de sí mismo, dice que no se van del lugar hasta que no esté restablecido el servicio eléctrico.

“Llegamos en la tarde noche del sábado a Camagüey, salimos de Bayamo a las doce del día apenas estuvimos listos. Vinimos preparados con toda la logística que podamos necesitar, con carros de brigada, grúas y con toda la alimentación. Cuando partimos de Granma para ayudar a otros territorios lo hacemos con la mayor cantidad de equipos y víveres para no tener que pasar tanto trabajo y no entorpecer en los lugares a los que llegamos”, agregó Montero.

Hasta el momento las principales afectaciones en el municipio se encuentran en los cientos de postes en el piso y las líneas reventadas producto al gran número de árboles que las derribaron.

“La orientación que nos dieron, dice el jefe de brigada, fue la de permanecer aquí hasta que se restablezca el fluido eléctrico de todo Camagüey y eso haremos. Si cuando terminemos todavía nos necesitan en otra provincia, nos vamos pa´ allá”.

El grupo, compuesto por mecánicos, despachadores y técnicos de operaciones, viaja diario al municipio de Esmeralda pues se hospedan en el hotel Isla de Cuba en la ciudad cabecera.

“Es muy difícil separarnos de nuestras casas porque también dejamos muchas zonas a oscuras, sin embargo somos conscientes que los daños aquí son mayores y vamos a donde más falta hace”, explicó Raciel Piñeiro, otro de los integrantes del contingente.

Según cuenta Yoel Sariol Hernández, estaban listos desde hace tres días. “Nos dijeron que preparáramos mochilas para cualquier circunstancia en las provincias. Nunca dudamos para venir, todos dimos el paso al frente. No es la primera vez que prestamos ayuda, pasamos la experiencia en Guantánamo con Mathew y sabemos la importancia de contar al menos con electricidad”.

Las labores de reparación ya habían sido iniciadas por las dos brigadas de nueve hombres pertenecientes al propio municipio esmeraldense. Unos verifican los daños mientras que otros trabajan desde el domingo en las principales averías. Hasta la fecha han logrado restablecer más de diez kilómetros, priorizando sobre todo los circuitos principales para luego distribuir la energía hacia los poblados.

El grupo dice que no tienen horario para trabajar, desde que salga el sol hasta que la claridad lo permita. Ellos conocen de la solidaridad y tienen bien claro que el mayor compromiso es con la población. Saben que en sus manos granmenses está la ayuda más importante para que llegue la luz otra vez a Esmeralda.