Los mandatarios saludaron a las respectivas delegaciones y conversaron en privado.

 Tras el diálogo, el presidente cubano obsequió a Su Santidad Kirill, Patriarca de Moscú y de toda Rusia la obra Amanecer, realizada por el artista de la plástica Alexys Leyva Machado, Kcho.

El regalo, realizado con la técnica de pan de oro y pan de plata sobre escayola, es una representación de un retablo coronado por la cruz de la Iglesia Ortodoxa Rusa y simbólicamente mirando al futuro.

La representación que el presidente cubano entregó a Kirill enriquece la variada iconografía de la Iglesia Ortodoxa Rusa.

Por su parte, el Patriarca reciprocó a Raúl con otro obsequio.

Testimonio de la amistad y confraternidad existente entre ambos países, así calificó el líder ortodoxo ruso la visita oficial que desde ayer realiza a la Isla y que continuará hasta el domingo con una intensa agenda de trabajo.

Luego de depositar una ofrenda floral a José Martí, Héroe Nacional de Cuba, en el Memorial que lleva su nombre en esta capital, el Primado de la Iglesia moscovista llegó a la sede del Consejo de Estado donde Raúl lo recibió con un fuerte apretón de manos.

Soy Patriarca de la Rusia histórica, por eso transmito el saludo de todos sus pueblos, subrayó Su Santidad Kirill al llegar a La Habana y aseguró que tendrá la oportunidad de trasladar los buenos deseos de su nación al intercambiar con los cubanos.

Poco después de las dos de la tarde de hoy se reunirán en esta capital el Papa Francisco y el Patriarca Kirill, en lo que constituye un hecho sin precedente en la historia de las relaciones de la Iglesia Católica y la Ortodoxa Rusa.

Tras casi 20 años de negociarse un posible encuentro entre el entonces Patriarca Alexis II y el Papa Juan Pablo II, en Austria, hoy, Kirill y el pontífice latinoamericano serán los protagonistas de una histórica reunión.

Para mañana sábado se espera que Su Santidad Kirill coloque una ofrenda floral ante el Monumento al Soldado Internacionalista Soviético en esta capital y le sea impuesta la Orden José Martí, la máxima condecoración que otorga el Estado cubano a un dignatario extranjero.

La escuela Solidaridad con Panamá está también en la agenda del Primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa, a donde acudirá con vistas a entregar un donativo de sillas de ruedas para niños con necesidades especiales.

Su Santidad Kirill visitó Cuba por primera vez en 1995 para revitalizar la comunidad ortodoxa existente y regresó en 2004 para participar en la colocación de la primera piedra de la catedral ortodoxa rusa en La Habana, en su condición de Metropolita Smolensk y Kaliningrado y presidente del Departamento de Relaciones Eclesiásticas Exteriores del Patriarcado de Moscú.

En 2008 realizó su tercera visita a la Isla, donde ofició la Divina Liturgia de consagración de la Catedral Ortodoxa Rusa Nuestra Señora de Kazán, enclavada en el Centro Histórico de la ciudad de La Habana y monumento a las relaciones de amistad y solidaridad cubano-rusas.    

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