ROMA (PL) El picudo rojo, agresivo depredador de palmares, mantiene en tensión hoy a productores y encargados del control fitosanitario en más de 60 países, donde causa estragos en unas 40 especies.

El insecto originario del sureste asiático, cuya tonalidad terracota lo hace inconfundible, puede medir hasta cinco centímetros y habita principalmente en algunos tipos de palmeras las cuales carcome hasta destruirlas.

Durante las últimas tres décadas, se extendió con rapidez a través del Medio Oriente y el norte de África, con dańos en toda la región. Desde allí se expandió a Europa, el Caribe y Centroamérica.

Diversas fuentes ubican su aparición en el Viejo Continente en 1993, específicamente en las regiones espańolas de Andalucía, Murcia y Valencia a donde llegó en plantas infestadas procedentes de Egipto y otras naciones norafricanas..

En 2005, la plaga se detectó en el palmeral de Elche, situado en el mismo centro de la ciudad,considerado el mayor sitio europeo de su tipo y donde hay plantadas unas 200 mil palmas.

Cuentan que el invasivo gorgojo arrasó con 16 palmeras centenarias del Parque de Málaga en marzo de 2014, alameda andaluza donde existen especies botánicas de los cinco continentes.

El ciclo de vida de este peligroso coleóptero explica su grado de propagación y voracidad. Vive entre 130 y 200 días, siempre en la misma planta, mientras ella le aporte alimentos para nutrirse.

Primero como larva, cuando puede crecer desde dos milímetros hasta cinco centímetros, el picudoabre galerías en el tronco de las palmas de más de un metro de longitud, estadio durante el cual más dańo provoca.

Tras ese período larvario se envuelve con la propia fibra del árbol hasta formar un capullo, dentro del cual se gesta la pupa de donde sale después el insecto adulto, capaz de caminar y volar grandes distancias, y por tanto propagarse con facilidad.

Esa fase oscila entre los 45 y 90 días, lapso en el cual durante la jornada diurnasale a buscar nuevas palmas y las hembras depositan sus huevos, en número de 300 a 500, con un elevado por ciento de eclosión en apenas tres días.

En un ańo puede completar hasta tres ciclos biológicos y atacar con mayor predilección a la palmera datilera, el cocotero y la canaria, esta última ornamental.

La manera en que opera el picudo rojo, hace que la detección de la enfermedad sea tardía. Por lo regular los síntomas de la infección suelen aparecer un ańo después de adquirida y devienemortal cuando las galerías dańan la yema apical.

Herida de muerte, la corona y el tronco muestran orificios con secreción viscosa de color marrón, en tanto las hojas dan seńales de decaimiento, se pudren, adquieren un tono amarillo y se marchitan.

Las grietas de las galerías dejadas por las larvas son visibles, razón por la cual la planta pierde vitalidad y estabilidad.

La Organización de las Naciones para la Alimentación y la Agricultura (FAO) lidera, junto al Centro Internacional de Estudios Agronómicos Avanzados del Mediterráneo (Cieham), una batalla contra el picudo, antesu expansión y voracidad.

Cálculos de esa organización de la ONU indican que en las naciones del Golfo y el Oriente Medio se pierden cada ańo unos ocho millones de dólares, por los dańos ocasionados por el gorgojo y las acciones para eliminarlo.

De igual manera en Italia, Espańa y Francia, seńala la propia fuente, el costo para enfrentar la plaga, además de la retirada y sustitución de las palmeras infestadas, superó los 90 millones de euros en 2013.

Se estima que en 2023 de no detenerse su propagación la cifra podría llegar a 200 millones.

Estas plantas, más que adornar el paisaje y acompańar al hombre desde épocas inmemoriales, son básicamente fuente de subsistencia de muchas comunidades.

Ellas representan un recurso muy valioso en todo el mundo y de manera particular en naciones del Medio Oriente y el Norte de África.

Los dátiles, en particular han sido un alimento esencial durante siglos, y es un producto cada vez más extendido en las relaciones comerciales con niveles superiores a los siete millones de toneladas anuales.

Según la FAO, actualmente se cultivan unos 100 millones de palmeras datileras, el 60 por ciento de ellas en países árabes.

Expertos de la agencia internacional coinciden en que el picudo rojo ataca preferiblemente a las plantas jóvenes, las más tiernas, con menos de dos décadas de sembradas, Según estimados, la mitad de las ahora plantadas coinciden con las de mayor predilección del devastador insecto.

Las palmeras son también muy preciadas en el cultivo de los oasis, al ayudar a otras plantas productivas a crecer bajo su protección, lo cual de hecho si no se corta la plaga provocará dańos secundarios a otras producciones.

 BAJO LA OPINIÓN Y CONSENSO DE EXPERTOS

Recientemente, ministros, representantes gubernamentales, expertos y productores coincidieron en la sede de la FAO, en esta capital, donde presentaron una estrategia mundial contra la plaga del picudo.

El plan incluye intervenciones a nivel nacional como una mayor vigilancia y participación de los agricultores.

Entre los esfuerzos internacionales para frenar la infestación del dańino escarabajo está la propuesta de prohibir la importación de palmeras de más de seis centímetros de altura, de países donde está identificada su presencia.

También se prevé brindar asistencia técnica y orientación para mejorar los programas nacionales de control, así como una campańa de cooperación interregional.

Además del uso selectivo y reducido de insecticidas y bioplaguicidas, entre las medidas para luchar contra la plaga se concibe la colocación de micrófonos de gran sensibilidad y bajo costo capaces de detectar las larvas y la utilización de trampas basadas en feromonas, drones, teledetección y perros rastreadores.

AbdessalamOuld Ahmed, director general adjunto de la FAO y representante regional para el Medio Oriente y Norte de África, seńaló al intervenir en el evento, que ese gorgojo representa actualmente la amenaza más peligrosa para las palmeras.

El fracaso en su contención, acorde con el especialista, responde a la insuficiente implementación de normas fitosanitarias, la falta de una estrategia preventiva eficaz y el monitoreo insuficiente de las medidas de respuesta.

*Corresponsal de Prensa Latina en Roma