CAMAGÜEY.- Más de 970 victorias en series nacionales tienen los pitcher que ha formado, además de que 12 de los lanzadores con los que ha trabajado sobrepasan las 100 victorias, y por si fuera poco hace solo unos días el as de los Yankees, Mariano Rivera, dijo que mucho tenía que agradecer a este entrenador cubano. Sin embargo, por esas cosas que nadie entiende nunca ha sido llamado a un equipo Cuba.

Mientras la preselección que iniciará la ruta en busca del boleto olímpico entrena en la Habana, para suerte del béisbol en esta provincia, y quizás para desgracia del béisbol cubano, el talento de José Manuel Cortina se enfoca ahora mismo en recuperar el brazo de otro José, su tocayo Pepe Ramón Rodríguez como misión principal. Aunque trabaja también con el zurdo Pedroso, joven de excelentes condiciones que regresa luego de cumplir con el servicio militar, y con Carlos Pérez.

Él vive pendiente de todo a su alrededor, por eso entrena a sus pupilos más directos y observa con detenimiento el futuro del box camagüeyano, corrige algún detalle personalmente o intercambia con los entrenadores sobre el asunto a mejorar.

“Conmigo hay que trabajar fuerte, los pinareños somos muy sacrificados”, les dice a los muchachos como en charla matutina, adelantándoles lo que les viene "arriba".

“Para aquí me trajeron los camagüeyanos con el objetivo de recuperarle el brazo a José Ramón, tras la Tommy John a la que se sometió, pero estoy apoyando también a otros, en la técnica, en la manera de trabajar, son muchachos a los que debemos enseñar, primero que todo, a lanzar”.

“A Pepe lo operó uno de los mejores cirujanos del mundo. Quedó muy bien, ahora estamos incrementando paulatinamente la fuerza y la movilidad del brazo. En la medida que vaya mejorando haremos más cosas, es un proceso lento, no podemos tener apuro pues correríamos riesgos. Estamos en marzo y él va a tirar sus primeras bolas en junio. Tiene que perder el miedo y ganar confianza de nuevo en su brazo. La parte mental del entrenamiento de los lanzadores es esencial, él mismo tiene que interiorizar que se va a recuperar y va a quedar mejor”.

Sobre las dificultades del pitcheo cubano en la actualidad fue muy concreto, “ los pitchers cubanos no saben batear y tampoco especializan su trabajo, el relevista tiene que prepararse diferente al abridor porque trabaja menos entradas pero es más consecutivo. La especialización tiene que partir de la propia preparación”.

Sobre lo que ha visto en los lanzadores de Camagüey explicó, “tienen calidad, son diamantes en bruto pero hay que pulirlos, para que no suceda lo mismo que ha pasado durante años en la pelota cubana que los lanzadores no pasan de primer grado. El entrenamiento debe estar dirigido a las dificultades también, si no dominas el cambio tienes que trabajar en eso, si tiras demasiadas bolas debes enfocarte en el control, o sea, debiera reservarse un período del año a enseñarlos a lanzar. De lo contrario pasa el tiempo y el muchacho sigue con los mismos problemas.

Sobre el posible regreso del “Viyo Odelín” en funciones de cerrador comentó : “ojalá lo tuviera aquí conmigo preparándose. Es una idea genial, aquí en Cuba subestimamos la función del relevo, y creemos que cuando se deja de ser abridor el pelotero está acabado. Odelín con la experiencia que tiene puede ayudar mucho a Camagüey pero tiene que prepararse. Por el tiempo que lleva sin tirar a ese nivel debe esforzarse el doble”.

El profe Cortina dice que le gusta dialogar con sus atletas, ser afable, llegar a ser más que un entrenador. Tiene un peculiar sentido del humor, y pudimos comprobarlo cuando este entrevistador le preguntó cómo era posible que un preparador de su talla nunca hubiera hecho un equipo Cuba. Él respondió en broma pero a su vez develó la falta de respuestas coherentes para una pregunta que se hacen muchos. “El problema es que para ser entrenador del Cuba hay que ser bonito y yo soy muy feo”.

Pero a Cortina nada lo amilana, ni aquellos que no confiaron en él para empeños mayores, ni quienes no le tienen fe porque es un “loco” que se fue lejos de casa. Se levanta cada mañana a pulir diamantes. Tal vez en esta temporada sean lanzadores de Camagüey los que lleguen al millar de victorias acomodadas por el profe, tal vez disfrutemos de otro cortinazo.