África mía, estoy aquí.

Yo, estoy aquí,

Aquí, cargando años de dolor de esclavitud a mi espalda,

Recordando los que detuvieron mi entrada a tantos sitios.

Tantos sitios, que si los digo... no pido, o sí,

Yo no pido más que perdón,

Perdón, para sus almas, perdón.

Por eso estoy aquí,  frente a los que me miran y no me ven,

Me oyen y no me creen,

porque sienten un no sé qué.

África mía, estoy aquí,

Sí, estoy aquí, aquí, frente a esos,

Que no les bastan los triunfos de todo un pueblo en armas,

Los cambios, ni las leyes que legitiman verdades entre iguales,

Unidos en el mar de aguas enormes,

De diversidad infinita en bien de los que creen,

Cantan y calman con voz verdadera al sentimiento,

Y llaman a las creencias, a la música, al baile y a la sabiduría, al

cause hermoso que brota de las entrañas,

cuando rompen el color de mi piel, por amor,

para quedarse en un hondo canto de paz.

África mía, yo estoy aquí,

Aquí,  con mi sonrisa plena,

Con mi ser mezclador de rostros y empeños,

Con la fuerza de mis ancestros.

Aquí estoy yo,África mía, 

Y, aquí, me quedo, en la brega,

Cantando con mis manos entregadas al sol,

Y, en las noches, en noble gozo, levantadas a la luna.

Poema escrito el 25 de mayo del 2017, al fragor de las hornadas de la VII Jornada de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, dedicada a la oralidad por una cultura de resistencia de los pueblos.

*Poeta e investigadora camagüeyana