CAMAGÜEY- En estos tiempos de aislamiento social que impone la COVID-19 los agricultores no pueden quedarse en casa, ellos tienen la responsabilidad de producir alimentos para el pueblo y para el destino social (instituciones hospitalarias, hogares de ancianos y de niños sin amparo familiar, entre otros). Una encomienda, estratégica siempre para el país, pero que es crucial en la actualidad cuando la epidemia impide o restringe la importación de productos alimenticios.

A los cosecheros camagüeyanos los agarró la situación epidemiológica luego de una infeliz campaña de frío, que dejó de deuda en todo el territorio unas 4 mil hectáreas sin sembrar, lo que repercutirá de manera negativa en las producciones de los meses de julio, agosto y septiembre. La principal causa de tal incumplimiento fue la estrechez del diésel destinado al laboreo de la tierra en los últimos meses y el déficit de otros insumos agrícolas.

No obstante y como diría un buen guajiro ‘hay que darle el pecho’ a la situación y en eso están los campesinos y trabajadores del sector en los 13 municipios de la provincia. Voluntad que se acompaña de un grupo de medidas y prioridades que estableció la Delegación del Ministerio de la Agricultura (Minag) en la provincia para sacarle a la tierra todo cuanto se pueda.

UNA CAMPAÑA DE PRIMAVERA AMBICIOSA

Elvis Pérez Olivera, delegado del Minag en Camagüey, calificó de ambiciosa a la campaña de primavera que se prepara; la más grande en los últimos años con 19 400 hectáreas (ha). “Cualquiera que lo vea así cree que es algo imposible de lograr, pero cuando se analiza la cantidad de productores que tiene la provincia (que sobrepasan los 24 mil) y se divide el área a sembrar entre los tenentes de tierra, los polos productivos y las empresas, uno se da cuenta que entre todos es posible alcanzarlo”, aseguró.

Ahora se trata de no perder tiempo, de acelerar la preparación de las tierras para aprovechar cuando lleguen las ansiadas lluvias y comenzar la siembra. En este territorio se depende mucho de lo que caiga del cielo porque solo el 7.5 % de las tierras cultivables cuentan con sistemas de riego.

Entre las viandas que se priorizarán están el plátano burro y la yuca, fundamentales en el programa de autoabastecimiento (para los cuales ya está disponible la semilla certificada) y el boniato, que se plantará fundamentalmente intercalado en los cultivos de las áreas bajo riego. En el caso de las hortalizas se intenciona la calabaza, que los cubanos la consumimos como vianda, la habichuela, el quimbombó y la berenjena.

Otros programas que se impulsan son la siembra de maíz: 1 600 ha para el consumo de la población y 2 500 con destino a la elaboración de piensos para asegurar el alimento de los animales. El frijol caupí, conocido como carita, se incorpora también con 50 ha, cuya siembra debe comenzar entre el 15 y el 20 de abril.

Julio Velázquez Ávila, subdelegado de los cultivos varios del Minag, aseguró que la disponibilidad de combustible, aunque no está resuelto, ha mejorado. “Para lograr mejores resultados se acordó no atomizar recursos. El diésel, los fertilizantes y herbicidas los concentraremos fundamentalmente en los principales polos productivos, zonas de desarrollo de Nuevitas, Sierra de Cubitas, Esmeralda, Vertientes y Camagüey y en aquellos productores élites de cultivos varios en la provincia”.

“Estamos planteando como principio, en la agricultura urbana y suburbana, no tener ningún cantero vacío en toda la provincia. Esta es una modalidad que requiere pocos recursos materiales y que si se garantiza la semilla y se hacen bien las cosas en 70 u 80 días ya obtienen producciones”, comentó.

OTRAS COORDENADAS

Impulsar la producción de plantas medicinales con el fin de asegurar la masa vegetal que demanda Salud Pública para elaborar los productos de medicina natural y tradicional, al igual que potenciar el crecimiento de los cultivos con destino a las exportaciones, constituyen también coordenadas del trabajo de los agricultores en la provincia. En el caso del tabaco el territorio aspira a plantar 70 ha más que en 2019 y crecer en 130 ha de café en el llano.

Velázquez Ávila hizo énfasis en la importancia de explicar a los productores que es fundamental sustituir los productos químicos, muy difíciles de importarlos en las condiciones actuales, la utilización de materia orgánica, humus de lombriz, bioproductos y bioplaguicidas de producción nacional, así como de tabaquina, hidrato de cal y derivados del Nim. En tal sentido insistió en la urgencia de potenciar el trabajo de los llamados Centros Reproductores de Entomófagos y Entomopatógenos.

“Priorizamos también la creación de módulos pecuarios en todas las bases productivas de la provincia. Dimos de plazo los meses de mayo y junio para que estén listos. La creación de los mismos beneficia no solo el autoconsumo y la atención de los trabajadores de las mismas, sino que beneficia a las comunidades donde están enclavadas”, puntualizó el directivo.

De conjunto con la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, discuten con los agricultores la necesidad de contratar el 100 % de las producciones. Esa acción permite que no se desvíen las cosechas y garantiza por tanto que no se alteren los precios.

El desafío epidemiológico al que se enfrenta Cuba, producto de la rápida propagación del sars-Cov-2, ha llevado a la dirección del país a velar no solo por la salud de las personas, sino también por vitalidad de las producciones nacionales y su repercusión en el bienestar de los cubanos. El aporte de la agricultura en estos momentos es también esencial para defender la vida.

Campaña de Primavera:

19 404.65 total de hectáreas a sembrar en Camagüey

9 542.15 viandas

4 503, 3 hortalizas

4 798.70 granos

5 60. 44 frutales