CAMAGÜEY.- Para muchos el campo es solo cuestión de planes productivos; sin embargo, tan importantes como aquellos es su gente. Guiados por esa máxima trabaja con más empeño la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (Anap) desde enero pasado.

A partir de inicios del actual calendario comenzó a implementarse en todo el país un nuevo sistema de dirección en ese sector que vela por mejorar resultados productivos a partir de la atención esmerada al campesino y su familia, un mayor vínculo con la comunidad, y del correcto trabajo político-ideológico.

Con el objetivo de evaluar el funcionamiento de las Organizaciones de Base en la provincia, a diez meses de creadas, sucedió aquí el encuentro del Buró Nacional de la Anap con los presidentes de esas estructuras y las Juntas Directivas, los días 10 y 11 de noviembre.

De acuerdo con Martha García Orga, presidenta de la CCS Abel Santamería del municipio cabecera, aún queda mucho camino por andar para situar producción y funcionalidad al mismo ritmo. Y en ese propósito ve al entorno rural y su gente como protagonista en ese proceso.

Otras luces sobre la novedosa estructura de dirección las arrojó Miguel Lara Giner, funcionario de la Anap nacional, al comentar la independencia en el accionar de las organizaciones de base y las juntas directivas; “No hay subordinación, ambas se complementan, solo tiene predominar la conciliación, la coordinación, en función de garantizar más alimentos para el pueblo, e impulsar el desarrollo económico, político y social de la comunidad y de los propios agricultores”.

Camagüey cuenta con 258 organizaciones de base que agrupa a casi 27 mil asociados en toda la provincia. Para el próximo año los guajiros prevén potenciar el trabajo con la historia con la inauguración de sitiales que reverencien las tradiciones campesinas y la conservación de tarjas y obeliscos; velar por la recreación a partir de la celebración de campeonatos de béisbol, rodeo, dominó y pesca deportiva en saludo a los 56 años de la Anap; recibir el aniversario con mejores resultados económicos y productivos; continuar el trabajo preventivo en las zonas con mayor incidencias delictivas; y estimular siempre a los más útiles.

Según se anunció, la provincia ha acopiado hasta la fecha unas 46 mil toneladas de cultivos varios, aunque varios territorios incumplen en sus entregas. En un contexto climatológico que ha favorecido los buenos dígitos ganaderos, la caña sigue siendo un asunto pendiente para la organización: cuyos afiliados decrecerán en 3,6 toneladas por hectárea para la contienda a punto de comenzar.

Quedan potencialidades por explotar, se reconoció en el encuentro. El secreto para alcanzarlas está en trabajar. Y precisamente a eso conminó Rafael Santiesteban Pozo, presidente nacional de la Anap, al referirse a la necesidad de accionar sobre la base de las necesidades e inquietudes individuales de los campesinos antes de pasar a hablar de planes e incumplimientos. “Debemos preocuparnos más por estimularlos, crear las condiciones para que el guajiro se sienta incitado a empeñar su palabra; solo así tendremos más carne, más leche, más comida, más compromiso”, sentenció.