CAMAGÜEY.- Hoy votamos por nuestra obra. Esa que construimos en colectivo con la opinión de todos en más de 133 681 reuniones de consultas. Haremos uso de ese instrumento de la democracia directa, el referendo, a través del que se somete a consideración colectiva una disposición o norma trascendental. En este caso la más importante de todas, esa que marca los destinos de la nación, de su organización social, económica, cultural y política, donde se definen no solo las esencias, sino que lo que en ella se consigne debe ser entendido como guía y a la vez límites de la actuación de todos.

Esta Constitución que votamos es expresión del legado histórico de las luchas independentistas, de la obra de la Revolución, de los principios y valores que nos enaltecen. Su construcción es resultado de las adiciones, modificaciones y supresiones, de las cuales 5 200 fueron incluidas en el cuerpo final. Por eso hoy votamos por nuestra obra, por esa que Sí nos sobran razones para respaldar:

  • Está enraizada en la realidad política, económica y social cubana actual que regula.
  • Resultó del poder constituyente democrático, el pueblo, ente fundamental en la elaboración, discusión y aprobación de este cuerpo legal.
  • Defiende el respeto a la legalidad, la institucionalidad y la protección de los derechos constitucionales, así como respalda que la nación es un Estado Socialista de Derecho.
  • Refrenda el respeto y la participación de la República de Cuba en la firma de Tratados Internacionales.
  • Identifica diferentes formas de propiedad, como la de instituciones, formas asociativas, y la privada a la que le otorga un papel complementario en la economía.
  • Reconoce a los trabajadores como actores fundamentales en los procesos de planificación, regulación, gestión y control de la economía y de los colectivos laborales en la administración y gestión de las entidades empresariales estatales y unidades presupuestadas.
  • Respalda la importancia de la ciencia y la tecnología para el desarrollo económico y social.
  • Regula que la adquisición de una ciudadanía extranjera no conlleva la pérdida de la cubana, con la precisión de que los ciudadanos cubanos no pueden hacer uso de una ciudadanía extranjera dentro de las fronteras nacionales.
  •  Declara el principio de progresividad de los derechos, con lo que se deja sentado, la condición evolutiva de los mismos.
  • Redefine el criterio de Igualdad y el principio de no discriminación al incorporar nuevas figuras o categorías vulnerables o susceptibles de discriminación.
  • Introduce los derechos de tercera generación: derecho al acceso a la información pública y a recibir información veraz, objetiva y oportuna, al agua, a la alimentación sana y adecuada, a la vivienda adecuada y a un hábitat seguro y saludable, al medio ambiente sano y equilibrado, y los derechos de los consumidores.
  • Incorpora un capítulo destinado a Las familias, en el que se reconoce el derecho de toda persona a fundar una familia.