“Ciudadanos: la mujer en el rincón oscuro y tranquilo del hogar esperaba paciente y resignada esta hora hermosa, en que una revolución nueva rompe su yugo y le desata las alas.
Ciudadanos: aquí todo era esclavo; la cuna, el color, el sexo. Vosotros queréis destruir la esclavitud de la cuna peleando hasta morir. Habéis destruido la esclavitud del color emancipando al siervo. Llegó el momento de libertar a la mujer”.
Esta camagüeyana no era remisa al movimiento feminista que comenzaba en Europa y los Estados Unidos; según investigaciones, su caso es considerado como vanguardia de este movimiento continental al ser el único conocido en Latinoamérica.
Las mujeres norteamericanas, inglesas y francesas comenzaron a abogar por sus derechos entre 1868 y 1871, época por la que la internacionalmente conocida Clara Zetkin tenía 12 años, de ahí que no fuera extraño que Céspedes señalara sobre nuestra Ana que “Una mujer, adelantándose a su siglo pidió en Cuba la emancipación de la mujer”.
Posteriormente la alemana Clara Ketkin se incorporó a la lucha por la igualdad de los derechos de la mujer, incluso por la posibilidad del ejercicio del voto desde las filas de la socialdemocracia alemana, especialmente desde las páginas del periódico “Igualdad” que editara entre 1891 y 1917. Cuando el 17 de agosto de 1907 se celebra la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en Stuttgart, Alemania la Zetkin se convierte en la secretaria general de esta organización.
Es en el II Encuentro Internacional de Mujeres Socialistas de Cophenague, Dinamarca, donde se acuerda celebrar el Día Internacional de la Mujer o Día de la Mujer Trabajadora, se reiteró la solicitud del derecho al ejercicio al sufragio para todas las mujeres, y a propuesta de la propia Clara se proclamó el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, fecha que se conmemora desde 1911 en casi todos los países del mundo.
Este 8 de marzo las cubanas nos pronunciamos por mantener en alto las conquistas de nuestra Revolución Socialista, por la Patria, unidas y victoriosas, como proclamara el IX Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas celebrado en esta fecha el pasado año, siempre inspiradas en el ejemplo de la terna presidenta de la organización femenina Vilma Espín.
Ser más eficientes en todos los frentes de la producción y los servicios, aunar los lazos familiares en torno al restablecimiento de valores éticos y morales en la sociedad, son tareas a las que invariablemente están ligadas las mujeres cubanas, en medio de festejos y celebraciones por la importante efeméride.
En el caso particular de las camagüeyanas, este 8 de Marzo, con un nuevo y merecido homenaje para Ana Betancourt nuestra compatriota insigne.
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