El carismático músico cienfueguero Beny Moré, además de ser un indudable talento musical, era conocido por su habilidad para guiar su orquesta. Cada vez que escuchaba algún acorde inapropiado, se volteaba a ella y preguntaba: “¿Cómo?” Por el contrario, cuando tocaban el ritmo deseado, afirmaba con fuerza: “¡Anjá!” Así, con esa breve y mayúscula interjección, sonó el Septeto Santiaguero en la Plaza del Carmen de esta ciudad.