Dra. Yoddali Ballester Caballero, especialista en Dermatología del hospital clínico quirúrgico Amalia Simoni. Fotos: Otilio Rivero Delgado/Adelante Dra. Yoddali Ballester Caballero, especialista en Dermatología del hospital clínico quirúrgico Amalia Simoni. Fotos: Otilio Rivero Delgado/AdelanteCAMAGÜEY.- La piel es un órgano que se encuentra muy expuesto y, a la vez, en constante renovación, lo cual propicia que por algunos factores ambientales aparezca el cáncer cutáneo, que es la tumoración maligna que se divide en dos grandes grupos: el cáncer de piel melanoma, que es el más agresivo y el no melanoma, que tiene menos tasa de mortalidad; sin embargo, el más frecuente.

Así lo dio a conocer la Dra. Yoddali Ballester Caballero, especialista en Dermatología del hospital clínico quirúrgico Amalia Simoni, de esta ciudad, y en Medicina General Integral (MGI) y coordinadora provincial del cáncer de piel, a lo que añadió que en el segundo grupo mencionado encontramos el carcinoma basocelular y espinocelular, entre otros.

¿Cuáles son los factores que propician el cáncer de piel?

—Los ambientales, genéticos e inmunológicos influyen en su aparición, pero el de mayor responsabilidad radica en las radiaciones ultravioletas o radiación UV, fundamentalmente el espectro B, incrementada por el daño en la capa de ozono, o sea, no impide como debiera que estos rayos incidan en la superficie terrestre.

He escuchado que el daño recibido por las exposiciones al sol son irreversibles, ¿es cierto?

—Totalmente. Los rayos ultravioletas repercuten más desfavorablemente antes de los 18 años de edad. La piel hay que protegerla mucho en esas edades, por eso se dice que es un órgano de memoria, es capaz de absorber las radiaciones ultravioletas, y las guarda; entonces, pasados los 30 años, ya con trastornos inmunológicos comienzan a aparecer las lesiones, que pueden ser premalignas, esas queratosis llamadas “manchas de viejos”, que luego son los carcinomas seniles, y comienzan así como lesiones premalignas.

“También están las leucoplasias, que llegan a ser el cáncer bucal. Son las manchas blancas que aparecen alrededor del labio, de la mucosa oral, que igual llevan al carcinoma epidermoide —las formas más comunes de cáncer de piel. Otra está vinculada con el condiloma acuminado, con una elevada tasa de incidencia, es la verruga genital, y a su vez, la infección de transmisión sexual más frecuente registrada a nivel mundial, por la acción del papiloma virus humano, los virus comunes que pueden causar verrugas y algunos son causas del carcinoma epidermoide de genitales”.

¿La adicción tabáquica puede ocasionar el cáncer de piel?

—Sí, por la exposición al calor, pero en todos estos tipos de tumores lo más importante radica en las exposiciones a los rayos ultravioletas.

Me comentó que tiene alguna relación genética, ¿en todos los casos?

—Hay un gen, el P 53 de la piel, que es mutado por las radiaciones ultravioletas, y por lo tanto si no nos protegemos contra ellas es más propenso a desarrollarse el cáncer. También es un factor importante en cómo responder a la acción de las radiaciones ultravioletas, por ejemplo, el melanoma maligno tiene una carga genética por encima de los otros tipos de tumores.

Las personas que no viven en países tropicales, los europeos, por ejemplo, ¿tienen menos posibilidad de padecerlo?

—No es así. Van a darse baños indiscriminados de sol a países como el nuestro, sobre todo en las horas del mediodía, que son las peores y, según los estudiosos del tema, la acción directa en un período determinado hace más daño de manera repentina y abrupta que la acción acumulativa. A los cubanos, que estamos expuestos desde el nacimiento, nos perjudica, pero esa exposición brusca más aún.

“Además del fototipo, que es la capacidad de la piel para asimilar la radiación solar, influye mucho en esas personas, resulta un factor importante. Las blancas, de ojos claros, y rubias, están más en peligro por la susceptibilidad ante los rayos UV, aunque hasta las de raza negra llevan su protección, e incluso, la nieve trae sus problemas, porque rebotan esas radiaciones en un porcentaje importante”.

¿Qué signos deben servirnos de alarma?

—Las manchas que aparecen en zonas foto-expuestas, los lunares o manchas oscuras, o con rugosidad, hasta en el dorso de las manos. Pueden presentarse desde el nacimiento, pero sufren modificaciones, como son las lesiones que no tienen bordes simétricos, debe tenerse en cuenta el color, lo mismo oscuro, negro o azul pizarro, o que haya una imbricación de colores, o la irregularidad del pigmento, el aumento de volumen, que mida más de seis milímetros, o comience a picar, sangrar a doler. Todos estos son signos de alarma.

“Como mismo hemos interiorizado acerca de la importancia del autoexamen de mamas, debe hacerse en la piel”.

¿Hay algún lugar del cuerpo más peligroso?

—La mayor cantidad de carcinomas aparecen en la cara, porque es la zona más expuesta; en las de la nariz, los párpados, la frente, las mejillas y el mentón.

¿Si una persona descubre alguna de estas anomalías, qué debe hacer?

—Hay un flujograma de atención muy bien concebido. El afectado va a su médico de familia, quien está capacitado para darse cuenta de si son lesiones premalignas o con sospecha de malignidad, y de ser así lo remite al dermatólogo de su área de Salud y este es el encargado de clasificar la situación y adoptar las conductas apropiadas. Ellos operan lesiones pequeñas o indican otras alternativas terapéuticas, y si no está en sus manos lo envía a la consulta multidisciplinaria de cáncer cutáneo, los martes a la una de la tarde en el hospital oncológico María Curie, de esta ciudad.

“En este caso soy la coordinadora del Programa y participan muy buenos especialistas en Oncología, como son: Mérida Jiménez, Mario Mendoza, Ismael Sardiñas, Oscar Barrios, Sándor Bertot y Enrique Rodríguez”.

¿Qué ocurre entonces?

—El paciente llega con el referido de su dermatólogo, saca su turno, y aquí se determina el tratamiento especializado, que va desde una cirugía compleja o el uso de otras alternativas terapéuticas, que incluye el interferón intralesión, que se llama Heberferon, producido por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de la capital del país, y que ya está en el cuadro básico de tratamiento, o sea, pasó la etapa de ensayo clínico con éxito. Este medicamento no es para prevenir el cáncer de piel, sino para tratarlo una vez de manifestarse la lesión, resulta muy costoso, pero se garantiza y aplica en pacientes que no se puedan operar o que ya fueron intervenidos quirúrgicamente y presentan una recidiva, que es cuando aparece de nuevo.

¿Tiene algunas contraindicaciones?

—Muy pocas. El especialista es quien determina su uso y se puede aplicar en todos los tipos de carcinomas basocelular, en cualquier localización e incluso, aunque la persona padezca de una enfermedad crónica, siempre que esté bien compensada, sin contraindicaciones médicas. Solo, insisto, indicado en esta consulta, si cumple con los requisitos. Se le atribuyen muchas ventajas, como que no se requiere hospitalización, las reacciones adversas son mínimas, es muy bien tolerado.

“Es una alternativa más y se ha demostrado que si el enfermo tiene más de una lesión, el medicamento es capaz de actuar a distancia, pues al inyectársele en la más grande repercute favorablemente a nivel de otras en la superficie”.

¿No hay otras alternativas?

—Sí. Contamos con cremas que son citostáticos tópicos, importadas, caras, pero el Estado las garantiza igual en todos los hospitales provinciales donde son atendidas estas personas. Se aplica en la lesión maligna o premaligna y también es indicada por el especialista, de acuerdo con el protocolo establecido, esta provoca la necrosis o eliminación de la lesión, cicatriza y queda curada.

¿Se infiere el autocuidado?

—Desde luego. La fotoprotección desde edades tempranas, y esta puede ser mecánica, mediante el uso de ropas, si son negras, azul marino o rojo vino, mejor, no son las ropas claras las que nos protegen y tampoco las de algodón, sino las más oclusivas, que la tela sea compacta, aunque nos dé más calor; las sombrillas deben ser negras, las gorras con viseras amplias y también el uso de espejuelos oscuros con su sello que asegura la fotoprotección de UV.

¿Cuál es el horario más nocivo para exponerse al sol?

—De 10 de la mañana a tres de la tarde.

¿Se presenta por igual en ambos sexos?

—Antes más en el hombre que en la mujer. Ahora se mantiene, pero la diferencia se acorta porque ha aumentado en las mujeres. En esto influye que el varón se exponía más al medio y ahora sucede casi igual y la mujer anda más descubierta.

¿Influyen las edades?

—El cáncer cutáneo no melanoma aparece, por lo general después de los 60 años de edad, aunque el año precedente atendimos un número importante de pacientes entre los 40 y 49 años.

¿Si una persona es operada o tratada de un cáncer cutáneo y cura, ¿no presentará más problemas?

—Se asegura que tiene posibilidades de mostrar otra lesión pasados cinco años.

¿Conoce el nivel de incidencia?

—Ocupa el primer lugar de entre todas las localizaciones del cáncer y nos llama la atención que se haya aumentado en el melanoma maligno, la tumoración maligna más temida de la piel.

Sobre ese cáncer tan temido, ¿puede actuarse?

—El secreto está en detectarlo en etapas tempranas. Una vez que está establecido, según su crecimiento y su extensión, llega un momento en que el tratamiento, aparte de que es quirúrgico, la respuesta no es favorable, porque es quimio y radio resistente, es decir, no responde a las terapéuticas como el epidermoide o el basocelular, y cuando crece a profundidad es capaz de hacer metástasis en los ganglios linfáticos regionales en primera instancia y después toma otros órganos como el pulmón, el hígado.

“Hay que diagnosticarlo antes de que comience a crecer en profundidad; el tratamiento quirúrgico se hace aquí, se utiliza el Interferón Alfa intramuscular, que destruye las células neoplásicas, aunque no es su único uso. El melanoma maligno ha tenido un incremento llamativo, repito, y, por supuesto, influye en la mortalidad por esa causa”.

¿Cómo aprecia la cultura de protección?

—Ha cambiado, para bien. Ahora encontramos estudiantes de Secundaria o de Pre con sus sombrillas, gorras, mangas largas. Se bañan vestidos en las playas y a los niños los vemos protegidos también. Antes no era así, había que tostarse con el sol del mediodía para pasar unas vacaciones agradables, y eso es fatal.

¿Alguna manera de usarse el protector solar?

—Lo ideal es untárselo media hora antes de salir y repetir cada dos horas, por supuesto, en las zonas que se exponen al sol. Si va por la sombra tiene que usarlo igual, porque la superficie terrestre repele el 30 % de las radiaciones solares.

¿Debe tenerse en cuenta la numeración de los protectores solares?

—Sí, las personas blancas precisan las numeraciones entre el 30 y 50, y los niños el 50.

¿Hay algún fotoprotector endógeno?

—El consumo de zinc, de sábila, omega, vitaminas E y C, que son antioxidantes y actúan como fotoprotectores por vía sistémica.

¿Otras lesiones a tenerse como detonantes?

—Las del roce de los ajustadores, del cinto, las cadenas en el cuello que tanto se usan, vigilar el cuero cabelludo, la barba de los hombres, que tienen tendencia a malignizarse, igual las de las palmas de las manos y de los pies.

¿El futuro se vislumbra mejor?

— Sin dudas. Las actitudes actuales de protección nos darán buenos resultados, pero más adelante. Ahora estamos viendo los casos que no tenían esas precauciones en cuenta, son los resultados de tiempos pasados y una moda que llevaba implícita la necesidad de demostrar, para decirlo de algún modo, que habíamos ido a la playa; hoy no sucede igual, hemos ganado terreno con la promoción y educación para la salud.

¿Un último consejo?

—Protegerse siempre, porque incluso si alguien tiene un factor genético y no se cuida, las consecuencias se agravan. A las amas de casa les aconsejo salir temprano a buscar las provisiones, tender y recoger la ropa lavada en horario adecuado, tienen que pensar más en ellas.

“Y tener en cuenta que el cáncer de la piel está en un alza no solo en Camagüey y en Cuba, sino a nivel mundial, y en todos los casos ya se habla de que una de cada cinco personas desarrollará después de los 70 años algún tipo de cáncer de piel”.