Según la Empresa Azucarera Camagüey, desde el inicio de las operaciones a comienzos de diciembre del pasado año, en conjunto los cuatro centrales que intervienen en la molida reportan un tiempo sin procesar materia prima (tiempo perdido en la terminología del sector) del 35,6 por ciento del posible a funcionar.
Pero de esa cifra el 21 por ciento es porque las precipitaciones frenaron el corte de la gramínea por la humedad ocasionada en los campos y caminos, lo cual limita el accionar de máquinas de cosecha y de los medios de tiro con tractores, carretas, camiones y remolques, en una provincia donde casi todo el corte es mecanizado.
Con un registro tan alto no se pueden lograr molidas altas y estables, consideró Mercedes Jacob, jefa de la sala de control en la empresa.
Aparte de ello el contenido de sacarosa no llega a valores favorables, pues no se concentra en los tallos de la planta.
Muestra de ello es que como media en la campaña para producir una tonelada de azúcar se muelen 10,51 de caña, más de una por encima del idóneo.
Desde mediados de enero empezaron lluvias de variable intensidad y frecuencia en Camagüey por la persistencia de sistemas frontales que en ocasiones se estacionaron en la región oriental de Cuba, situación extendida a todo febrero y amainó en marzo.
Pero en los últimos días llueve en los principales macizos cañeros de la provincia y la molida resulta muy baja, señaló Jacob.
Humberto Guevara, jefe de la sala de control en la zona del central Brasil, industria que no participa en la zafra aunque sí aporta caña de sus áreas a otros ingenios, dijo a la AIN que las precipitaciones impiden el buen desenvolvimiento del corte mecanizado.
En las últimas jornadas se reforzó con máquinas de otros lugares de la provincia para acelerar la cosecha de la caña que se envía a las fábricas Argentina y Carlos Manuel de Céspedes, en Camagüey, y Primero de Enero, en Ciego de Avila, informó.
De los cuatro centrales de Camagüey el Siboney marcha por encima de su plan de producción y Carlos Manuel de Céspedes y Argentina tienen posibilidades de cumplir en mayo el programa si las condiciones del tiempo lo permiten, no así el Batalla de Las Guásimas, con un atraso irrecuperable.
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