CAMAGÜEY.-   Aun cuando se ha recobrado ligeramente la distribución del café de la canasta familiar de noviembre, la normalización de la entrega en toda la provincia pudiera demorar algunos días, dados los atrasos que exhibe la producción actual.

Las limitaciones que confluyeron casi al unísono obligaron a utilizar la leña para asumir algunas operaciones fabriles, que además enfrenta la carencia del nailon para el envasado del gustado polvo aromático.

En aras de suplir dicho contratiempo, se emplea uno de mayor grosor, usado para el chocolé. Ello conllevó ajustes en las máquinas, lo que enlenteció el proceso.

Según José Luis Nodal, director de la UEB Torrefactora de Café, en estos momentos concluyen las alrededor de seis toneladas que faltan para completar las 40 comprometidas con la cabecera provincial.

Posteriormente se comenzará a tributar al resto de los municipios, excepto Florida y Esmeralda, a los que les llega de Ciego de Ávila, sin descuidar las cuotas asignadas de envío a la vecina provincia de Las Tunas, además de la adición de varias localidades de Granma.

En un esfuerzo adicional, y sin las condiciones necesarias, el colectivo tributó las cifras comprometidas (y en algunos casos las superó) con el compromiso social, en muchos casos realizadas sin gastar diésel.

Para restar volumen a los incumplimientos, configuraron dos turnos de trabajo, con arrancada de 3:00 a.m. hasta las 8:00 a.m., y de 8:00 a.m. a 5:00 p.m., hasta tanto llegue el nailon litografiado importado, ahora en suelo santiaguero.

Con el aprovisionamiento de recursos pudiera lograrse que en diciembre el producto llegue a la cafetera de nuestros hogares.