La fecha escogida coincide con el aniversario 501 de la fundación de la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe y el inicio del IX Simposio Internacional: Desafíos en el manejo y gestión de la ciudad, bajo el lema: “El turismo como factor de desarrollo”.

El inmueble, considerado como un icono de la arquitectura camagüeyana, data desde 1926 y la ejecución de su obra se extendió hasta 1930, según fuentes consultadas como la del arquitecto Henry Mazorra, estudioso del ambiente citadino.

El edificio fue concebido para dotar a la Sociedad Popular de Santa Cecilia de una sede distinguida para reuniones y actividades sociales, y de acuerdo con literatura especializada en historia de la arquitectura es uno de los máximos exponentes del eclecticismo local, de marcada ornamentación clasicista tanto en su interior como exterior.

Salón Santa CeciliaSalón Santa Cecilia

La aspiración de los trabajadores del centro es ofrecer un servicio de alta calidad para la realización de encuentros de negocios, reuniones de trabajo, simposios, seminarios y eventos científicos.

Posee cuatro salas climatizadas, dotada de un moderno y excelente equipamiento, con una capacidad para 154 personas, 72, 50 y 32, respectivamente.

En el primer nivel se encuentra el Buró de Información y en el segundo, la sala de prensa, informática, de impresiones y el salón Guaicanamar.

En la parte superior están ubicados: el salón plenario, las salas 1 y 2, cafetería La Popular, las oficinas, mientras que en el mirador, desde donde se divisas la ciudad en todo su esplendor, está la cafetería La Cúpula.

La Sociedad Popular de Santa Cecilia, conformada en esa época por pequeños propietarios, empleados públicos y algunos artesanos, fue fundada en 1864 y tenía por norma la más estricta segregación racial.

Al triunfo de la Revolución, el inmueble, ubicado en áreas del Centro Histórico, proclamado uno de sus segmentos en el 2008 por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, fue empleado como círculo social obrero, luego en actividades recreativas y finalmente funcionó como la Casa de la Cultura Ignacio Agramonte.

El centro, concluido en la primera etapa, lleva una segunda que se ampliará hacia el aledaño teatro Guerrero, inversión prevista para el 2016.

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