Es bochornoso que Estados Unidos, que engendra y exporta terrorismo venga a erigirse como veladores número uno de la "paz" y en estabilizadores de conflictos bélicos que, en realidad, azuzan en Siria y Ucrania, por citar solo dos ejemplos.

Los otros modelos como Libia, Afganistán e Irán, nación que resultó un hueso duro de roer para Estados Unidos en el diseño de su el programa hegemónico, son casos más que elocuentes, para no citar los planes injerencistas y terroristas, dirigidos a destruir a la Revolución Bolivariana de Venezuela, de Hugo Chávez y a la que da continuidad Nicolás Maduro.

La administración de Barack Obama no tiene como justificar las sorprendentes denuncias realizadas recientemente por una investigación de la AP, agencia de noticias de USA, divulgada con amplitud y que descubre el doble raseo de su política interna y externa con la subversión, calificada por un colega de Juventud Rebelde, más allá del ZunZuneo.

Interna porque con su blasfemia de democracia y la ensarta de mentiras intoxica a los ciudadanos norteamericanos, quizás la población más mal informada del planeta de la realidad que hoy vive el mundo.

Ahora, como se conoce, fueron detenidos cuatro ciudadanos cubanos americanos que traían la "encomienda" de realizar actos terroristas contra instalaciones militares, lo dijeron ellos cuando fueron capturados y sometidos al proceso de investigación.

Cuba no ha inventado los nombres de Santiago Álvarez Fernández Magriñá, Osvaldo Mitat y Manuel Alzugaray, rehenes de la política de Estados Unidos contra nuestro país; fueron ellos: José Ortega Amador, Obdulio Rodríguez González, Raibel Pacheco Santos y Félix Álvarez que señalaron los nombres de esos personajes bien conocidos por su aval contrarrevolucionario.

Ya los cables traen noticias de que esos señores niegan vínculos con esas cuatro personas.

Escuchen el cinismo de Santiago Álvarez: "A esos nombres no los conozco. Y si alguien viene a hablarme de este tipo de planes, no le doy mucha importancia. Después que salí de prisión no he aconsejado a nadie que intente ninguna acción bélica contra la dictadura en Cuba".

Álvarez, un veterano de la invasión mercenaria organizada, entrenada y pagada por el gobierno de Estados Unidos que combatió contra los milicianos y el Ejército Rebelde en las arenas de Playa Girón, pasó cuatro años en cárceles de Estados Unidos, entre noviembre de 2005 y noviembre de 2009, tras declararse culpable de guardar ilegalmente un viejo arsenal de armas. Es un hombre "inofensivo". ¿Quién se lo va a creer?

Aquí se entretejen mentiras tras mentiras y esos señores quieren aparecer como el cuento de la gatica María Ramos que tira la piedra y esconde la mano.

Cuba no organiza planes tenebrosos, no obstante Santiago Álvarez dijo que la acusación que le hacen es "algo muy siniestro" destinado a "relacionar a opositores pacíficos y mandarlos a la cárcel".

Mitat, también de 72 años y vendedor de autos, tampoco sabía nada de nada de los arrestados. Él cumplió dos años de prisión por los mismos cargos de Santiago Álvarez. ¡Vaya amigos!

Los detenidos en La Habana mencionaron a Manuel Alzugaray, cirujano de 71 años, quien aseguró desconocer a esas personas. Este señor lidera la Misión Médica Miami, un grupo de exiliados voluntarios que han ayudado a disidentes, así como a los "contra" que en la década de los ochenta operaron con el Gobierno sandinista de Nicaragua.

Ellos son unos inocentes, inofensivos, como Luis Posada Carriles que quieren el "bien" para Cuba, que vuelva a los años de explotación capitalista, de niños sin escuelas, de enfermos sin hospitales, de campesinos sin tierra, en fin, el modelo de terror que los elementos más recalcitrantes, residentes en Miami añoran. No son todos los cubanos americanos, porque allá viven otros que buscan un real acercamiento y que finalice el diferendo entre los dos países por la demencial política norteamericana.

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