Tuvo una larga hoja de servicios a la Patria. Entre sus principales acciones se destacan el servir durante años en la llamada fuerza de Maraguán, al mando del comandante José Ramón Guerra Agüero, junto al que participa en las batallas de Clueco, Bonora, El Corojo (aquí resultó herido). Puerto Escondido y otros.
También sirvió a Ignacio Agramonte en las filas del regimiento de Caonao el que integró en 1872, donde combatió en las acciones de Curajaya, La Matilde, El Carmen, y Loma del Vapor, siempre demostrando valor.
Luego de la caída de El Mayor, y cuando ocupa la jefatura del Departamento el General Máximo Gómez, de la Vega es ascendido a teniente y se mantiene en el mismo regimiento, ahora bajo las órdenes del Generalísimo.
Entre otros combates en los que participa están La Sacra y la Batalla de las Guásimas; Naranjo, Palo Seco, Mojacasabe, asalto al poblado de Cascorro; posteriormente toma parte en Los Muñecos, la toma de Las Tunas, El Oriente, Antón y otras acciones importantes de la Guerra de los Diez Años, al final de la cual ya era comandante y había recibido seis heridas en diferentes combates.
Es de los que se mantienen firme en su decisión de que Cuba debe ser libre e independiente de España, por eso sigue los ideales de Martí y vuelve a las armas el 24 de junio de 1895 otra vez bajo las órdenes de Gómez, ahora en los combates de Antón, Ciego de Molina, Jimaguayú, Los Ripios y Cacotal de Najasa.
Por su disciplina y desempeño ocupa la jefatura del Estado Mayor del Ejército Libertador hasta octubre del propio año, cuando lo designan asesor del general José María (Mayía) Rodríguez quien asume el mando del Camagüey.
En enero de 1896, acompañado de 25 hombres, marcha hacia Occidente para incorporarse al Cuartel General. Cruza y combate en la Trocha de Júcaro a Morón; se reencuentra con Gómez en territorio matancero donde participa en acciones como Loma de Bayamo, San Felipe, San Nicolás, Moralitos, Loma candela y Santa Rita...
Por sus méritos, el 10 de mayo de 1896 es ascendido a general de brigada.
En junio está nuevamente en territorio camagüeyano bajo las órdenes de Gómez donde combate en la Batalla de Saratoga; poco después es nombrado jefe militar de Camagüey, y mientras el Generalísimo marcha a Oriente éste le confiere las facultades de General en Jefe.
El 6 de junio de 1897 bate a una fuerza española de más de dos mil hombres en el lugar conocido como La Redonda, donde resultó herido de gravedad, aunque se restablece y en agosto le ofrece una valiosa ayuda al general Calixto García en la toma de Las Tunas, pero no es hasta principios de 1898 que se incorpora al Cuartel General donde permanece hasta el final de la contienda.
Ya para esa fecha le habían conferido los grados de Mayor General.
Una vez ocupada la isla por los yanquis y posteriormente instaurada la República neocolonial, Javier de la Vega ocupó la presidencia del Consejo Territorial de Veteranos de Camagüey. El 17 de marzo de 1930 es acusado de firmar un manifiesto en el que plasma su desacato a la tiranía de Gerardo Machado.
En su posición firme revolucionaria e independentista se mantiene firme hasta el último de sus días, el 23 de noviembre de 1934.
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