Si Donald Trump ha alcanzado de sus conciudadanos, en sus primeros seis meses de gobierno, el más alto nivel de desaprobación de su gestión al frente del país que presidente alguno que haya pasado por la Casa Blanca en más de 70 años, qué pasaría si esta misma pregunta se la hicieran a los pueblos latinoamericanos y caribeños, sin incluir otros de regiones más lejanas.