CAMAGÜEY.- Sheily Mariam Oñates Araújo tiene 15 años de edad y ya puede contar una gran historia basada en sustos, inseguridades y mucho miedo. Este último sentimiento más apegado a sus padres, pues ella, por su juventud, quizá no llegó a pensar que estaba a punto hasta de perder su vida.

Con apenas 11 o 12 años frente a su computadora “coqueteaba” con una tachuela en sus labios y en un santiamén se la tragó, el silencio fue su decisión, no lo comunicó a sus padres; sin embargo, nos comentó en el hospital universitario Manuel Ascunce Domenech, de esta ciudad cuando se iba de alta: “Ese día me puse morada, eché un poquito de sangre y no dije nada en casa”.

Al visitarla ellos esperaban para llevársela a casa, en la Carretera Central oeste, en la localidad Sao Ciruelo, perteneciente al municipio de Camagüey. Yoander y Yanelis (sus padres), expresaron un agradecimiento sin límites a todos los que se involucraron en el caso de su niña.

“Hubo una comunicación y un movimiento tremendo entre ambos hospitales —el pediátrico Eduardo Agramonte Piña y este—, estuvieron dispuestos a salvarla y lo lograron”, así dijo el papá.

Él agregó: “Tras algunos episodios respiratorios pensamos que se correspondían con algo que enfrentaba desde pequeña y la niña nos comentó por estos días que pensaba había expulsado la tachuela en las heces”.

LLEGÓ EL DÍA DE IR AL HOSPITAL PEDIÁTRICO

Dra. Arianna Sugrañes. Foto: Leandro Pérez Pérez/AdelanteDra. Arianna Sugrañes. Foto: Leandro Pérez Pérez/AdelanteEl 4 de noviembre último, recuerda la Dra. Arianna Sugrañes Montalván —especialista en Terapia Intensiva y Emergencia, perfil Pediátrico, Máster en Enfermedades Infecciosas y Profesora Instructora—, supo que la niña sangraba y estaba hospitalizada en el pediátrico Eduardo Agramonte Piña, donde trabaja.

“Unos cuantos especialistas fuimos a valorarla y en ese momento tuvo un gran vómito de sangre que no sabíamos de dónde procedía. Podía ser de la nariz, la boca, la vía respiratoria, pero con mucha sospecha de que fuera de la vía respiratoria”, así nos describió la primera impresión del caso la Dra. Arianna.

Y abundó: “Se le hizo un Rayo X de tórax y apreciamos lo que llamamos un cuerpo extraño, prácticamente insignificante y con negativa familiar siempre de una broncoaspiración, y con una lógica confusión porque tenía el antecedente de enfermedades respiratorias a repetición, y cuando se empieza a conversar con la niña se acuerda del suceso y como se asustó nada dijo. Incluso, un día tenía un coágulo de sangre en la boca y al ver a su mamá se lo tragó y le expresó que estaba comiendo caramelo, eso lo da solo la inocencia.

“Fue llevada a la terapia intensiva; mediante otros procederes no pudo resolverse, estudiamos todas las posibilidades, hasta que fuera tuberculosis, y nos llamaba la atención que se observaba una bronquiectasia muy localizada, en fin se le indicaron antibióticos, pero necesitábamos estudios más precisos.

“Es por eso, añadió, que acudimos al concurso de especialistas del hospital universitario Manuel Ascunce Domenech, como neumólogos, imagenólogos, otorrinolaringólogos, pero en el momento que íbamos a salir hacia allá hizo una hemoptisis (expectoración de sangre) grande y decidimos que vinieran los especialistas, se le realizó la broncoscopia que alivió el pulmón porque se extrajeron los coágulos, pero no se resolvió completamente. Ya contábamos con el cirujano y Profesor Miguel García Rodríguez y su equipo de cirugía torácica, el grupo de más experiencia en este sentido, y todo estaba listo en ese hospital”.

La Dra. Arianna reconoció el aporte del doctor Luis Mario Fernández Chui, Profesor Consultante del “Pediátrico” y abundó: “Ese cuerpo extraño ya había creado a su alrededor una cápsula que envolvía el bronquio y era lo que provocada la bronquiectasia, que es la dilatación de los bronquios que están por debajo del obstruido, se van dilatando y es lo que sangra. No pudo ser extraído mediante la broncoscopia que hubiera sido lo ideal, es por eso que se decide intervenirla quirúrgicamente.

“Los pediatras somos reacios a “soltar” a nuestros niños, nos gusta tenerlos aquí, pero ante tales situaciones acudimos a otros colegas porque lo fundamental es salvarles la vida y que las secuelas sean las menos posibles. El día que se llevó a operar fue de urgencia porque estaba en medio de un estudio e hizo una hemoptisis muy grande”.

CON EL CIRUJANO...

El cirujano principal fue el Doctor en Ciencias Médicas, Profesor Titular y especialista de Segundo Grado de Cirugía General, Miguel García Rodríguez, del hospital universitario Manuel Ascunce Domenech, quien junto al Dr. Raúl Koelig Padrón, especialista de Segundo Grado en Cirugía y Profesor Asistente, revirtieron la compleja situación, y nos detalla: “Nos llamaron del Hospital Pediátrico, con la idea de hacerle una broncoscopia a una niña aquí en nuestro centro y por lo complicado del caso las doctoras Ivette Touza Balseiro y Yusimí Gallego Escobar, especialistas en Neumología, fueron hasta allá, y parcialmente removieron los coágulos que se presentaban en la vía aérea; aun así, siguió mal.

“De aquí hubo que trasladar hasta el “Pediátrico” parte flexible del broncoscopio (técnica de visualización de las vías aéreas bajas usando un broncoscopio flexible o rígido, la cual puede ser utilizada con fines diagnósticos o terapéuticos)”, añadió el Dr. Miguel.

“Como la sospecha era de que tenía alojado un cuerpo extraño, incluso, porque ya Sheily lo había referido, se requería entonces de una Tomografía Axial Computarizada (TAC) multicorte, y ese equipo está en este centro, pero al intentar traerla no se pudo porque se puso inestable, hasta que se logró normalizar y la ingresaron en la terapia intensiva aquí.

La tachuela extraída. Foto: cortesía del Dr. Yosdamy Martínez.La tachuela extraída. Foto: cortesía del Dr. Yosdamy Martínez.

“Se le hizo la tomografía con la reconstrucción, con un valor importante del trabajo de los especialistas en Imagenología, tanto los del Pediátrico como los nuestros, y se apreciaba algo como un cuerpo extraño, pero no pudo confirmarse. Se habló con el Dr. José E. Domínguez, especialista en Medicina General Integral (MGI) y en Otorrinolaringología, Cabeza y Cuello, y jefe de este servicio aquí, y le realizaron una broncoscopia rígida, se le removieron más coágulos, pero no pudo llegarse al final, adonde estaba el problema. Siguió en la terapia intensiva y el domingo 10 de noviembre empezó a sangrar de manera masiva. Tratamos de que el tratamiento fuera conservador y así resolver lo menos invasivamente posible, o sea, extraerlo mediante los instrumentos, pero como no se pudo decidimos operarla”.

Pero la historia no termina ahí: “En pleno acto quirúrgico, el 11 de noviembre pasado, llenó la vía respiratoria de sangre, hubo que virarla, cambiarle el tubo, reanimarla, volver a colocarla para realizarle la resección en el pulmón izquierdo. A partir de entonces comenzó a responder muy bien. Todos en el salón pusieron su empeño en que la niña saliera airosa, y mucho tuvo que ver el Dr. Arián Benavides Márquez, especialista en Anestesiología y Reanimación”.

Al indagar sobre el comportamiento de la jovencita nos comentó el Dr. Miguel: “Ella se reía antes de ser anestesiada a pesar de estarse muriendo, y le dije te voy a operar y te voy a sacar la tachuela, ella se echó a reír. La situación era extrema, los padres estaban destrozados, sabían todo lo que estaba sucediendo y lo peor, lo que podría ocurrir. Se le retiró la porción del pulmón  izquierdo que estaba afectado, o sea, el lóbulo inferior.

“Esa niña, tan linda, puso al hospital a correr, no solo a este, al Pediátrico igual y para ser más exactos al sistema de salud que funcionó muy bien y eso determinó el éxito, no hubo ni un solo obstáculo”.

EN LA TERAPIA INTENSIVA DEL “MANUEL ASCUNCE”

Dr. Yosdamy Martínez. Foto: Leandro Pérez Pérez/AdelanteDr. Yosdamy Martínez. Foto: Leandro Pérez Pérez/AdelanteAllí conversamos con el Dr. Yosdamy Martínez Pérez, especialista en MGI y en Terapia Intensiva y Emergencia, Máster en Urgencias y al frente del servicio en funciones. Igual con el Licenciado en Enfermería Raúl Morales Rivero, especialista en Enfermería Intensiva y Emergencia, Máster en Urgencias Médicas y Profesor Auxiliar.

Ambos coincidieron en lo difícil del caso y el máster Raúl aseguró: “Se garantizaron las condiciones para recibirla y ofrecerle una atención con calidad antes y después de operada. No le faltó recurso alguno, pese a las condiciones que enfrentamos por la situación internacional con nuestro país. Es una menor de edad, con padres muy preocupados, fue atendida hasta desde el punto de vista psicológico. Siempre bajo una atención multidisciplinaria”.

M.Sc. Raúl Morales, enfermero. Foto: Leandro Pérez Pérez/AdelanteM.Sc. Raúl Morales, enfermero. Foto: Leandro Pérez Pérez/AdelanteMientras el Dr. Yosdamy aseguró: “Un caso como este siempre es un reto, no es un adulto, ni siquiera enfermo: “Había un peligro vital y era que la afectación pulmonar progresara y comprometiera la vida del paciente. No sabíamos con exactitud cómo era el cuerpo extraño, era una sombra no bien definida y seguía sangrando, era como un vómito de sangre que venía del pulmón, una hemoptisis, y en este caso su pulmón izquierdo era afuncional, ese sangramiento se exteriorizaba, no obstante, podía pasar al sano y la paciente fallecer por una insuficiencia respiratoria definitiva, de ahí que la mantuviéramos con respiración artificial.

“Ella, muy risueña, porque a esa edad no se tiene percepción del riesgo y a veces esa actitud nos ayuda, porque el grado de su estrés no es igual que en los adultos. Lo que se hizo fue pensando en salvarle la vida, en su futuro, y que la rehabilitación fuera precoz. Después de intervenida ya se mostraba bien, la extubamos, dejó de sangrar, se veía como si no hubiera pasado este tipo de susto”.

LECCIONES DE VIDA Y FINAL FELIZ

La Dra. Arianna quiso mencionar lecciones sacadas de este caso como que el cuidado con los niños siempre es poco, al ser más frecuentes los accidentes en aquellos entre el primer y tercer año de vida, los padres y familiares tienen la obligación de estar atentos y nunca dejar objetos a su alcance que puedan ser tragados o introducidos en la nariz o en los oídos; los que no son tan pequeños, como este caso, decirlo a tiempo y acudir al médico de inmediato. Para los médicos es bueno tener en cuenta que la bronquiectasia resulta poco frecuente en los niños y sirve de alerta. Otra lección fue la interacción entre ambos hospitales. La disposición de los especialistas, los recursos, todo fue inmediato, y sin contratiempos.

Sheily se preparaba para irse de alta y nos confirmó: “Tosía y botaba sangre, pero no lo decía”. Foto: Alejandro Rodríguez Leiva/Adelante.Sheily se preparaba para irse de alta y nos confirmó: “Tosía y botaba sangre, pero no lo decía”. Foto: Alejandro Rodríguez Leiva/Adelante.

Sheily Mariam está feliz, seguro esperó el 2020 rodeada de su familia y, por supuesto, riendo más que nunca antes. Le ganó la batalla a la muerte, gracias a su fortaleza física y al desvelo de tantos y tantos profesionales de la Salud, incluso algunos no mencionados.

Ella nos dijo que estudia el 10mo grado en la Vocacional Máximo Gómez, en el Preuniversitario del MININT, que tuvo días de agacharse a ponerse los zapatos y sangrar por la nariz y la boca, otros sucesos contados y no contados, como las transfusiones de sangre que necesitó. Puede fijar como segunda fecha de nacimiento ese 11 de noviembre del 2019 y mencionar, aparte de su familia a esa otra de profesionales de la Salud que ya forma parte de la suya, quiere decir que creció.

Gracias a este final feliz que bien pudiera servir de guión a una película basada en un cuerpo extraño que traspasó el “camino viejo” como decimos, o mejor el “camino equivocado”, porque el viejo no trae problemas, es que Sheily tiene planes. Se debate entre unas dos carreras por estudiar, ríe por todo, sus ojos le brillan y casi al mirar a sus padres les ofrece disculpas por omitir algo tan importante que pudo costarle la vida.