Esta periodista llegó tarde a la Galería-Taller Larios. No pude ver a Elcides, ni a Michel Eduardo, ni a Fernando, tampoco a los hermanos Daniel y David. Quizás no hubiera podido “conocerlos” si asumimos que ese acto implica diálogo, intercambio, comunicación… O quizás sí, quizás hubieran accedido a decirme, a darme o pedirme (algo), o a “verme” a los ojos, y hubiera sido suficiente.