CAMAGÜEY.- Once pacientes se graduaron de sobrevivientes a la COVID-19 esta tarde después de habitar quince días en la sala D-B del hospital clínico quirúrgico Amalia Simoni de esta ciudad.

Desde las ventanas el personal médico que los atendió les despidió con señas de éxito y recibieron a cambio besos de profundo agradecimiento, de esos que traspasan nasobucos en silencio y vuelan hasta alma. “Nunca nos faltó el medicamento puntual ni el apoyo espiritual, estamos en deuda con todos”, explicó la joven Rosabel Castillo.

Ella es la primera camagüeyana que recibe el alta en esta institución tras dar positivo al nuevo coronavirus. La acompañaron varios coterráneos, pacientes remitidos de Ciego de Ávila y hasta una pinareña a quien el azar le complicó la existencia en el municipio Esmeralda. Dayelín Rodríguez y su hija estaban de visita por estas tierras cuando un contacto nefasto las llevó al ingreso hospitalario:

“Mi prueba dio positiva y la de mi niña negativa, ambas estábamos aquí, pero en salas diferentes. Yo tenía más preocupación por ella que por mí, pero las enfermeras de la sala A fueron maravillosas. Cuidaban de ella con mucho esmero y me comunicaban si comía bien, si estaba intranquila, todo, hasta el más mínimo detalle. Hace más de una semana las autoridades coordinaron el regreso de mi pequeña a Pinar del Río para que estuviera con la familia, eso me dejó más tranquila y aquí los doctores trabajaron para que hoy saliera saludable para volver junto a ella. Más no puedo pedir”, dijo abriendo sus brazos desde el pecho en gesto de libertad.

En jornadas anteriores del “Amalia” habían salido tres avileños recuperados de la enfermedad, gente que al igual que Claudia Jiménez, se desviven en gratitud. Ella es doctora del policlínico norte de la ciudad de Ciego de Ávila y se infectó tratando a una paciente que llegó con síntomas a su consulta. Más allá de las halagos profesionales, destaca “el cariño con que trabajan. Hicieron que nos sintiéramos protegidos y siempre buscaban alternativas para solucionar nuestras necesidades. Cada noche nos levantábamos de las camas a aplaudir a todo el personal, yo lo hacía agradecida con ellos y también orgullosa por la profesión que escogí”.

Según el Dr. Eduardo Rivero, director del centro de salud, “más de 750 personas han ingresado en sus salones, la mayoría de ellos contactos y sospechosos. Desde el pasado día nueve comenzamos a recibir enfermos hasta totalizar 26, de los cuales quedarán solo 12 después de hoy”.

Al cierre del día 26 habían ingresado en la instituciones sanitarias de Camagüey 118 enfermos de COVID-19, de ellos 82 provenientes de Ciego de Ávila. Sin contar las once de esta tarde, habían recibido el alta 15 camagüeyanos y 42 de la vecina provincia y un paciente de cada provincia había fallecido. El dolor de esas dos familias no deja hablar de total satisfacción, sino de cifras positivas de egresos, al menos así piensan en este santuario médico quienes laboran para seguir “graduando sobrevivientes”.