Este 21 de enero el encuentro será un espacio para evaluar la marcha de los acuerdos migratorios y las acciones emprendidas por ambas partes para enfrentar la emigración ilegal y el tráfico de emigrantes, entre otros temas, y el 22 se realizará la primera reunión sobre el proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, que por la parte norteamericana estará presidida por la secretaria asistente de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson. Ese mismo día habrá otro intercambio para abordar asuntos bilaterales, como las áreas de cooperación en temas de interés mutuo.

La puesta en marcha de las decisiones del presidente Barack Obama encuentra un clima favorable en la opinión pública internacional que aprueba el diálogo Estados Unidos-Cuba, a pesar de las diferencias existentes, opiniones que se reiteran dentro del propio pueblo norteamericano, según el Centro de Investigaciones  PEW Research, entidad encuestadora que informa que el 63 % de los estadounidenses se manifestaron a favor de la apertura de embajadas en ambas naciones e incluso, se va más allá, cuando el 66 se pronuncia a favor del levantamiento del bloqueo económico, financiero y comercial a la Isla por parte de Estados Unidos.

Es significativo, que el 67 % de los jóvenes interrogados por PEW Research, entre el 7 y el 11 de enero, uno de los llamados “tanques pensantes” con sede en Washington, que brinda información acerca de problemáticas, actitudes y tendencias que caracterizan la situación en la nación estadounidense, se pronunció a favor de la normalización de los vínculos diplomáticos, mientras en esa misma dirección lo hicieron el 57 de los adultos.

En cuanto a la emigración cubana, sobre todo la de Miami, donde radican las organizaciones contrarrevolucionarias más activas, las cifras de aprobación no difieren mucho si tenemos en cuenta que el apoyo de los jóvenes es de un 53 % mientras el de los adultos, entre 50 y 64 años, es del 58.

Se hace notar también en esta misma dirección los pronunciamientos de una coalición de alrededor de 30 organizaciones y empresas agrícolas y alimentarias norteamericanas quienes se unieron para promover el levantamiento del bloqueo el cual se “supone un obstáculo auto-impuesto al comercio entre ambas naciones”.

Según dice el presidente de la Federación Americana Agrícola, Bob Stallman, relajar las restricciones de financiamiento sobre el comercio agrícola con Cuba daría a los agricultores y ganaderos más competitividad en el mercado con la Isla, pues aún con las facilidades anunciadas por Obama, el bloqueo los enfrenta a restricciones que los colocan en desventaja frente a otros países.

Además de estas voces, legisladores demócratas y también algunos republicanos ven en el levantamiento del bloqueo las ventajas mutuas que representará para ambas naciones y ya en estos momentos algunos de ellos están presentando a debate en el Congreso proyectos de leyes que darían al traste con este engendro que por más de 50 años ha privado tanto a cubanos como a norteamericanos de vínculos diplomáticos y comerciales, a la larga beneficiosos para los dos pueblos.

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