• Feria del Libro: en Camagüey, lo que perdura

    Concluye la edición 31 de la Feria del Libro en Camagüey, un evento que desde el punto de vista comercial logró más del 300 % de lo planificado y con precios desde cuatro hasta 70 pesos. Lo económico en convergencia con todas las dimensiones de la cultura es insoslayable para un proyecto mayor.

  • El nasobuco y el idioma del silencio

    Si a viejas crónicas lugareñas nos atenemos, el uso del nasobuco no es tema nuevo para los camagüeyanos. La ciudad, situada entre dos ríos y no siempre con una eficiente salubridad, se vio por años amenazada por epidemias de todos los tipos y colores...

  • Amuletos para el año

    Como ustedes habrán visto en el calendario, 2020 es un año bisiesto, o sea, uno que nos regala un día más. Más por tradición que por justicia se considera que el “año bisiesto es año funesto”, cuando bien se sabe que reveses y desastres suceden en cualquier almanaque y lugar.

  • Promoción significa perseverancia

    El Centro de Promoción del Libro y la Lectura Gertrudis Gómez de Avellaneda cumple una función vital en el ecosistema de su institución rectora, porque a sus cinco trabajadores compete asegurar que las urgencias de comercialización no priven al libro su valor espiritual.

  • Proponen club de lectura para sanar pacientes en Camagüey

    El club itinerante de lectura para centros hospitalarios de Camagüey abrirá en enero, según los organizadores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y el Centro Provincial del Libro y la Literatura.

  • ¿Qué pasaría si la Luna no existiera?

    Pablo Santos Sanz, investigador del Departamento del Sistema Solar en el Instituto de Astrofísica de Andalucía-CSIC, en España, analiza en las páginas del rotativo 'El País' dos escenarios: por un lado, qué pasaría si el satélite de la Tierra desapareciera de repente, y por otro, cómo sería nuestro planeta si la Luna nunca hubiera existido.

  • Razones científicas para reír

    Un equipo de científicos de la Universidad Vanderbilt en Nashville, Tennessee (EE.UU) concluyó que reírse durante 15 minutos al día puede ayudar a perder peso.