Un equipo de científicos de la Universidad Vanderbilt en Nashville, Tennessee (EE.UU) concluyó que reírse durante 15 minutos al día puede ayudar a perder peso.

La risa hace que el corazón lata más rápido, trabajando a la vez una serie de músculos, lo que redunda en un aumento del gasto de energía.

Además, la vibración del diafragma provoca un masaje interno tanto en el estómago como en el hígado, generando jugos gástricos que reducen los ácidos grasos y nos ayudan a eliminar toxinas del organismo.