Cuando el joven soldado del servicio militar en la década del noventa, se tiró —mocha en mano— casi corriendo del camión verde olivo directo hacia el tajo por abrir Las Quinientas, era de verdad un macizo cañero de 500 caballerías de caña… Han pasado casi tres décadas de aquel suceso en que el muchacho de Campechuela en la provincia Granma, sin imaginárselo, se convirtió en camagüeyano-oriental.