En las redes sociales, en entornos laborales, en espacios políticos, cuidemos nuestras expresiones hacia otras mujeres, sobre todo si se encuentran en circunstancias difíciles. Está bien decirle a otra mujer una palabra de aliento; está bien tomarle la mano y confiar; la maldad y la bondad no son asuntos de géneros. Ya sabemos lo complicado que es ser mujer en un mundo hecho para hombres, construyamos juntas un lugar más equitativo para vivir.