Acostumbrados a los precios subsidiados de la canasta familiar, al chocar ahora con un valor superior en productos como el arroz, el aceite, el café, entre otros, y a otros ajustes no siempre lógicos, muchos cubanos han llegado a afirmar que el Ordenamiento Monetario no se planeó realmente bien, e incluso, que desdice de las bondades de la Revolución con el pueblo. Es este un tema polémico, que demanda análisis integrales y una mayor exigencia de las autoridades para su correcta implementación.