Mientras el Ejército Rebelde luchaba por consolidarse, en las áreas urbanas del país se constituían comandos del 26 de Julio con el propósito de establecer focos de resistencia capaces de realizar acciones efectivas contra la estructura de la dictadura. En Camagüey el Movimiento, luego de algunos tropiezos organizativos iniciales, comenzó una activa etapa de preparación de arriesgadas misiones, como la dirigida por el capitán de milicias Pedro Delgado Alfonso (Léster).