Crecí y no me fijé cuando sucedió. Recuerdo cuando mami se sentaba a mi lado y escribíamos poesías para los concursos, participaba en casi todos, pues siempre se nos ocurría alguna idea. En la faena cooperaba toda la familia, pero mima (mi querida bisabuela) y mi mamá al final resultaban ser las cuatro patas de la mesa para ayudarme a escribir.