JIMAGUAYÚ, CAMAGÜEY.- Surgido en el 2002 y con carreras como Ingeniería Agronómica y Medicina Veterinaria, el Centro Universitario Municipal de Jimaguayú (CUM) persigue entre sus objetivos potenciar el desarrollo local, desde sus diferentes dimensiones, para propiciar el bienestar sostenido de los habitantes de un territorio donde la ganadería y la agricultura constituyen sus actividades económicas fundamentales.

En ese sentido, cuenta su director, el MS. c Andrés López Mejías, que desde el 2012, el CUM trabaja en la identificación de las principales fortalezas y potencialidades del municipio, elaboración de diagnósticos, líneas estratégicas, programas para la producción de alimentos, gestión de la energía y protección del medio ambiente y el asesoramiento a proyectos, entre estos el de obtención de leche de cabra, que reporta anualmente 500 000 litros.

CAPACITACIÓN Y TECNOLOGÍA: EL DÚO PERFECTO

Junto al aporte teórico e investigativo de profesores y estudiantes en estas tareas de capacitación y planificación, llegó en el 2012 una oportunidad para generar mayor impacto en el desarrollo local de Jimaguayú: el Proyecto Internacional Bases Ambientales para la Sostenibilidad Alimentaria Local (Basal), financiado por el PNUD, Cosude y la Unión Europea.

“Con él introdujimos buenas prácticas sostenibles en el sector agropecuario que permiten la adaptación ante los impactos del cambio climático, logramos una gestión del conocimiento y capacidades en actores del municipio para implementar las medidas de adaptación y la toma de decisiones correctas. Además conseguimos mejor comunicación y visibilidad de la información agrometeorológica para el uso de productores y decisores”, explica Odalys Brito Martínez, coordinadora del proyecto.

En concordancia con Basal, la sede universitaria encaminó diagnósticos sobre cómo afecta el cambio climático a las mujeres del sector agroalimentario y confeccionó el modelo de ordenamiento ambiental y el plan de adaptación al cambio climático con los cuales la UBPC Patria o Muerte, la granja El Rincón, y la CCS Evelio Rodríguez, conocieron qué medidas aplicar para el mejoramiento de sus suelos, a partir de las sequías, altas temperaturas y eventos meteorológicos extremos que afectan la región.

“También recuperamos áreas infectadas de marabú para la producción de alimentos, zonas que actualmente se utilizan en la siembra de frutales y confección de viveros, así como emplear esta especie dañina para los suelos en la obtención de carbón vegetal. Participamos en la creación del modelo energético municipal con el que estimulamos el uso de las fuentes de energía renovable a través de la utilización de labiomasa, cercas eléctricas, molinos a viento y paneles solares”, agregó López Mejías.

RENACER DE UNA MILLONARIA

Hace más de cinco años, los resultados de la CCS Evelio Rodríguez son mayores, a tal punto que, en el 2017, esta unidad entregó un millón 600 000 litros de leche, 400 toneladas de carne, 30 de granos y 80 de frutales, cifras que aumentaron, igualmente, tras el aporte en conjunto de Basal, con la donación de nuevo y avanzado equipamiento, y la preparación ofrecida por los docentes del CUM.

Isel Galindo Cruz, presidente de la entidad, narra que algunas de sus maquinarias eran obsoletas para labrar la tierra y que gracias al proyecto, hoy cuentan con modernas mochilas fumigadoras, sembradoras, cosechadoras, una empacadora, sistemas de riego, un molino a viento y un tractor, recursos técnicos con los que incrementan la producción de alimento para animales y seres humanos.

“El entrenamiento impartido por los maestros y alumnos universitarios ha traído mucha capacitación a los campesinos y ganaderos de las fincas involucradas, quienes ya manejan mejor los suelos, los pastos, el agua, las plantas proteicas, el ganado y la definición de los ciclos de siembra teniendo en cuenta el cambio climático”, refirió Galindo Cruz.

Los deseos del campesinado jimagüayuense de superarse no terminan, porque además de los talleres y cursos que acogen las aulas del CUM y el Centro de Creación de Capacidades y Gestión del Conocimiento, la propia finca La Victoria se suma con la construcción de una Finca Escuela para el intercambio de experiencia y la impartición de nuevos conocimientos sobre la actividad agropecuaria.

Para bien del municipio, el CUM, la colaboración de este proyecto internacional y el Gobierno se han unido en una sinergia capaz de revitalizar, actualizar y perfeccionar las tradiciones productoras de un Jimaguayú que trabaja fuertemente en su desarrollo local y sostenible.