Lecturas

Espacio para disfrutar de la lectura, aprender y entretenerse.



A propagar la locura

Por estas fechas hay dos puntos del día que nos definen. Las once de la mañana en el “paralelo” del susto porque saldrá el doctor Durán y todo rasgado nos dirá en su parte que son más los cubanos contagiados; y las nueve de la noche, en el “meridiano” de la gratitud, donde Cuba se conecta para homenajear a sus hombres y mujeres, que en vilo extendido, como Durán, nos vuelven más duros, más sanos.

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Si a viejas crónicas lugareñas nos atenemos, el uso del nasobuco no es tema nuevo para los camagüeyanos. La ciudad, situada entre dos ríos y no siempre con una eficiente salubridad, se vio por años amenazada por epidemias de todos los tipos y colores...

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Cuidemos nuestra piel

La piel, el órgano más grande de nuestro cuerpo, constituye la barrera que nos protege del exterior, el primer contacto que tenemos con cualquier objeto, el detector de temperaturas y sensaciones, además de constituir un distintivo racial y ser el gran juez de la edad.

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Saludo, como en Japón

Si te pasa por delante como una tromba, sin percatarse de tu presencia, te enojas. Si irrumpe en la conversación y, sin más, corta el diálogo con una pregunta, le pones mala cara. Si prefiere sostener la pata del perro del vecino, antes que extenderte una mano, también frunces el ceño. Y al desterrar el saludo quedas con los bolsillos vacíos, sin monedas de cambio para comunicarte...

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De locos y loquitos

Ellos no son Quijotes ni nada por el estilo, son una muestra de esas cosas lindas que se pueden hacer para mostrarle a la gente que no todo está perdido cuando tantos están dispuestos a ofrecer su corazón.


Como ustedes habrán visto en el calendario, 2020 es un año bisiesto, o sea, uno que nos regala un día más. Más por tradición que por justicia se considera que el “año bisiesto es año funesto”, cuando bien se sabe que reveses y desastres suceden en cualquier almanaque y lugar.


¿Platillo volador en Camagüey?

Aquel día, las radioemisoras de la ciudad de Camagüey interrumpieron sus transmisiones habituales para lanzar flashes informativos de última hora: un misterioso disco volador evolucionaba a gran altura sobre la ciudad. De inmediato, cientos de personas se lanzaron a las calles, plazas, parques, azoteas, tejados... 


Nadie tiene derecho a olvidar

La escuela pública No. 26 tenía solo tres aulas con estudiantes de todos los grados elementales. De primero a sexto. Estaba casi a la entrada del reparto Vallina, entre la Carretera Central y el camino de Palomino, algo más allá de la bajada del puente de San Lázaro sobre el río Tínima, al oeste de la ciudad.


¿Por qué tú eres cubano?

Los cubanos somos orgullosos, nos corre por las venas eso que se llama cubanía, y no a cualquiera le damos esa condición. Tanto es así que no andamos por el mundo regalando el ser cubano, pero hay dos seres que sí se lo ganaron, uno con el machete, Máximo Gómez, y el otro con un fusil, Ernesto Guevara...