Cualquiera mueve el cuerpo al compás de la música, sin embargo, convertir los sonidos en fluidez rítmica, es el mérito del que domina. De ahí proviene la filosofía del instructor de danza del Conjunto Artístico Arlequín, Osmary Fustiel Águila, quien no escatima recursos para enseñar a un joven público el gusto por el baile y, con él, los matices de nuestra cubanía.