Aunque el optimismo es lo último que debe perder un revolucionario de cualquier tiempo, lo cierto es que se hacen esfuerzos descomunales frente a las carencias de combustible, recursos financieros e insumos materiales de muchos tipos, pero en la concreta, ahora mismo, hay desinformación y déficit sostenido en el abasto de agua en no pocas partes de la ciudad de Camagüey, sequía hidrológica real aparte.