Los trabajadores especializados en Electromedicina siempre se me han presentado casi como magos; una observa un equipo medio en ruinas y al cabo del esfuerzo de estos hombres, la mayoría jóvenes, ves que resucita cual suerte de Ave Fénix. El Licenciado en Electromedicina Ricardo Domínguez Pérez se me antoja, además, como alguien con un extra de poeta muy sensible.