CAMAGÜEY.- ¡Cinco, cuatro, tres, dos…uno! Fue la advertencia de los propios médicos que sabiéndose protagonistas dieron inicio a la ovación donde la alegría, el agradecimiento y la satisfacción cumplieron cita obligatoria para marca el destino de los allí reunidos.

 En la calle Cornelio Porro del reparto Garrido en la ciudad de Camagüey cerca de 63 miembros del personal de salud: enfermeros, médicos, técnicos, laboratoristas que rotan por estos días en el Hospital Militar Octavio de la Concepción y de la Pedraja reciben cada noche la gratitud de los vecinos del lugar.

 Una fiesta de aplausos, luces, música y mucho sentimiento, donde se escuchan las voces al unísono de los galenos decir, que el ejército de batas blancas está presente, que los valientes por Cuba están presentes y que resistirán erguidos frente a todos.

 El silencio interrumpido a las nueve de la noche, en toda la Isla cobra cada día mayor significado; emoción, respeto y admiración para todos los que hacen de sus vidas un ejemplo de sacrificio y entrega a favor del pueblo.

 Los más pequeños quizás no distinguen la magnitud de lo que pasa, pero igualmente baten manos y bailan; hoy la energía que emerge del contacto de las palmas hace que se multipliquen las sonrisas y con ellas la retribución el trabajo de nuestros héroes anónimos.

 A todos muchas gracias.