Crónicas sueltas

Selección de lecturas publicadas por periodistas de Adelante.


Justo hace hoy un mes que despedimos físicamente a quien marcó, en lo profesional y personal, la vida de Adelante. En los afectos más cercanos queremos a Yurislenia Pardo Ortega, nuestra Yury.

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Che Guevara, solo como nosotros

A cada rato sentí que a mí, como a cada uno de sus incontables hijos por parte de Patria, el guerrillero caído aquel 9 de octubre me había dejado en la tierra con solo 24 días de nacido y a la postre encargado en la multitud de mi generación, por su hermano Fidel, de enrolarme en una misión imposible: ser como el Che.

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Un recuerdo y un amor

El regreso a casa después de un largo viaje se resume al abrazo de mi hija, temblorosa y risueña, con los ojos a punto de una lágrima y la vocecita mimosa con las frases de amor que sólo reserva para mí.

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Poco se ha escrito del legado de Filomena Loynaz Caballero, madre de Ignacio Agramonte. Un acercamiento a los lazos madre e hijo es difícil de realizar por la insuficiencia de datos en la literatura sobre El Mayor, son pocas las cartas localizadas hasta el presente dirigidas a su madre, aunque la ternura, la complicidad de una relación cercana, la tranquilidad que le ofrece como todo hijo haría junto a las opiniones personales sobre la contienda y el futuro de la patria denotan un cariño recíproco.

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Cincuenta amaneceres

Yo quiero estar contigo en la irrigación colectiva de los buenos deseos en esa fecha del catorce de febrero, Día del Amor y la Amistad.


En el lenguaje hondo del dolor

Tenía yo cinco años cuando me presentaron a Martí: me llegó antes de saber leer. Fue la maestra de preescolar, como atisbo y augurio de un amor grande por las letras, quien nos acercó desde las páginas de La Edad de Oro, así que Martí también fue mi maestro de primaria… y mi compañero de poesías aprendidas con sus Versos Sencillos, y hasta el educador de una actitud cívica caballeresca en cada una de sus frases.


Ser antorcha y no querer apagarse

Una latica vacía del último módulo de donación, o la de medir el arroz; la camiseta vieja que ahora desempolva cada semana los muebles; el alcohol de la bodega; el palo verde de la mata del patio; esos son los materiales de mi, tu, nuestra antorcha. Eso es suficiente para encenderla, con eso basta para iluminar a Martí en sus 170. El arroyo de la Sierra le complace más que el mar; por eso nos perdonará la luz humilde de la latica vieja.


Donde nace la hidalguía de la prensa

“En un mortero, y por iguales partes / colóquese porción de todos los oficios, profesiones, / industrias, comercios, religiones, artes./ Se agregan a montón indiscreciones, sentimientos, audacias, hidalguías / virtudes, vicios, llantos, alegrías, / un celemín de natural talento:/ y agregados otras cuantas fruslerías / se pone a cocinar a fuego lento. / Se le hace hervir el tiempo que resista, / por un tamiz de ingratitud se pasa / y se deja secar. ¡Esa es la masa / con que suele hacerse un periodista! / Bueno es tener presente, si proceder se quiere con esmero / y una masa obtener sobresaliente, ./ que en el dicho mortero / de todo puede haber, menos dinero”.


Inusuales días de Reyes

Generalmente apelo a las remembranzas de viejas costumbres. Tal es el caso del Día de Reyes, acerca del cual hoy les propongo dos inusuales abstracciones en torno a Melchor, Gaspar y Baltazar, los camellos y regalos.