Fidel

Nada nos quita a Fidel. Ni la muerte. Porque él es símbolo de la infinitud, conexión de siglos, Cuba dentro y fuera del archipiélago, holografía sempiterna de las mejores calidades humanas. Camagüey sigue en el mapa de sus magnitudes.

 



“En la medida en que nos convirtamos en una potencia médica, el primer beneficiado de este hecho será nuestro pueblo”, anunciaba Fidel durante la clausura del V Congreso del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud, celebrado en Camagüey y clausurado en el teatro Alkázar hace 40 años. Adelante se acerca a las vivencias de quienes compartieron con él un día después, en la sala de terapia intensiva del Hospital Pediátrico, entonces en construcción.

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Fue un movimiento continuo de la música a la danza, de la palabra al gesto, de los pasos a la evocación de Fidel Castro desde el Teatro Principal, a cinco años del reposo de sus cenizas en Camagüey.

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Fidel vive en su pueblo

Dos sobresalientes constructores de Camagüey aseguran que el Comandante en Jefe vive en ellos. Manfredo Milián Mora y Jaime Smith Priddeer lamentan su ausencia física desde hace cinco años, y ambos, recios hombres de duro bregar, quiebran sus voces y suspiran hondo al hablar de Fidel.

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Tocados por Fidel

En el salón Jimaguayú de la Plaza de la Revolución Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz late el corazón de una nación. Allí, donde llegó bajo la lluvia el Comandante en Jefe en su tránsito definitivo hacia Santiago de Cuba en 2016, una vez más, como desde entonces, fue su pueblo agradecido a renovar compromisos.

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Fidel en el auditorio Iván Hidalgo Funes

La gradería del auditorio Iván Hidalgo Funes, instalación deportiva anexa al instituto preuniversitario Álvaro Morell, en los predios del Casino Campestre de la ciudad de Camagüey, estaba repleta de aficionados la noche del lunes 12 de junio de 1966. A todos nos sorprendió la presencia de Fidel allí, con su típico uniforme verde olivo.


Con solo veintiún años, José Antonio Lavín Silva asumió la jefatura del Partido en la región de Morón, entonces perteneciente a la provincia de Camagüey. En aquella responsabilidad tuvo la oportunidad de compartir varias veces con Fidel, aprender de él y palpar su gran dimensión humana.


El amanecer sorprende y a la abrasadora tristeza de cinco años atrás le sobrevienen las certezas. Una vez más no falta Fidel. La Plaza se viste de pueblo para su Comandante. Camagüey le regala otra jornada de memoria viva.


Las enseñanzas de Fidel, de hombre de pensamiento y acción, incluso desde antes de 1959, quedaron marcadas en la memoria histórica de Camagüey con pasajes que se remontan a 1947, fecha en la cual se enroló como soldado de la expedición de Cayo Confites para tratar de derrocar la dictadura de Leonidas Trujillo en República Dominicana.


Agosto 13 marcó, marca, un punto. No es una fecha simple, de un mes tórrido. Agosto 13 fija un propósito, fija un punto de obligada referencia y reverencia. Allá, en un cercano y lejano 1926, nació un hombre de cinco fidelísimas letras: Fidel.