CAMAGÜEY.- El profesor Leonardo Leyva y sus estudiantes de tercer año ofrecieron un ensayo especial para Adelante. Aún sin el diseño de luces que realizará el maestro Freddys Núñez, la escena ya irradiaba magia. Fue un anticipo de lo que veremos el 22 de enero, cuando estrenarán Insomnios en las profundidades del estanque.
Es un viaje entre la realidad y la fantasía, los sueños y las aguas profundas, llega para celebrar el Día del Teatro Cubano. El público podrá adquirir sus entradas, una hora antes de las funciones del 23, 24, 25, 30, 31 de enero y 1 de febrero.
Ellos son los últimos niños seleccionados por la inolvidable Corina Mestre (1954-2024). Bajo la guía de la Cátedra de Actuación de la Academia Vicentina de la Torre, enfrentan el reto del teatro en versos, el más arduo en la formación actoral.
El escenario del Centro Cultural José Luis Tasende se transformará en un reino mágico y poético: el fondo de un estanque, hogar del reino submarino y la corte de la espuma. Bajo la dirección de Leonardo, presentan una adaptación de la obra infantil La fábula del insomnio del dramaturgo cubano Joel Cano.
Con la estética del teatro arena, seis actores darán vida a varios personajes de este reino submarino, entre ellos el Pez Sol, el Sapo Bufón, la Reina Batata, el Bebé Tilapio, Guajacón, Electra la Anguila, Mamporro y el Rey Carpa. Cuatro intérpretes asumen el peso de los principales, y casi todos, en una muestra de destreza y versatilidad, se transforman continuamente en las múltiples figuras.
El texto ofrece múltiples capas de interpretación y combina un lenguaje cuidado con temáticas profundas y universales. Antes de entrar a la sala, el público será recibido en el lobby por el Hada del Cofre de los Sueños, en una performance introductoria que marca el inicio de un viaje mágico y simbólico.
La idea de la corte de la espuma también abre puertas para interpretar el insomnio como una metáfora: un estado intermedio entre lo real y lo irreal, entre la superficie del agua (la vigilia) y la profundidad del estanque (los sueños).
El fondo del estanque está invadido por los desechos que los humanos arrojan: bolsas de plástico, envases y muñecos viejos, una alegoría visual del impacto ambiental que nos rodea. Este entorno refuerza la tensión entre la belleza del reino onírico y la crudeza de nuestras acciones en el mundo real.
El 22 de enero, Día del Teatro Cubano, aplaudiremos su esfuerzo y su arte. Será una función de homenaje. No se pierdan este viaje al fondo de los sueños.
EL PROFESOR LEONARDO
El profesor Leonardo insiste en el desafío del teatro en verso: “Exige técnica actoral y un dominio profundo del idioma español, sus métricas y ritmos. Aquí no hay pausas psicológicas como en el teatro en prosa; el actor debe transmitir toda la intención en un verso, a veces en una sola línea. Además, he añadido otras complejidades: principios antropológicos del cuerpo, desplazamientos, energía extra-cotidiana, y la impermanencia del personaje, donde cada estudiante interpreta múltiples roles, a veces con solo una frase para defenderlos”.
—¿Cuál es la magnitud de un ejercicio más allá del resultado?
—Para mí, lo importante del arte a veces no es el resultado, sino el proceso. Y ellos han entendido este rigor. Como parte del ejercicio, no salen del escenario durante toda la obra, enfrentándose al reto de un espectador que los rodea por los cuatro costados. Estoy satisfecho porque el mundo profesional está empezando a respetar estos procesos pedagógicos como fuentes válidas de pensamiento artístico.
—A través de ellos sobresale el legado de Corina Mestre. ¿Qué opina al respecto?
—Estos estudiantes son los últimos seleccionados por la maestra Corina Mestre, quien dejó una huella imborrable en su formación. Son 'niños de la pandemia', empezaron sus estudios en 2021, en medio de un contexto difícil, y durante su primer año apenas pudieron entrar al aula. Es la primera vez que pisan un escenario, que tienen un texto y la responsabilidad de enfrentarse a un público. A pesar de todo, han demostrado compromiso, esfuerzo y deseo de aprender.
—También cuentan con la colaboración de Teatro del Viento…
—Freddys Núñez ha sido un apoyo invaluable. No solo pone a disposición su teatro y sus recursos, sino que también diseñará las luces de la obra, dedicándose con la humildad y el talento que lo caracterizan. Es un gesto hermoso hacia los estudiantes. Además, extenderemos la temporada con funciones consecutivas, para que los jóvenes vivan la experiencia de enfrentar al público varios días seguidos, porque cada función es un ejercicio único.
—Ya en lo personal, sabemos que su apuesta artística no es convencional. ¿Está satisfecho con los estudiantes?
—Esta puesta no es narratológica ni lineal. Busco que los estudiantes entiendan que el arte es un territorio infinito de exploración. He utilizado máscaras neutras, que lejos de ayudarles, inhiben su interpretación, desafiándolos aún más. Es un ejercicio complejo, pero ellos han navegado con mucho placer y deseo, y estoy feliz por lo que han logrado.
LOS ESTUDIANTES DE LA VICENTINA
Lianet Pérez Piñeiro, de Camagüey
“Hemos trabajado desde técnicas como las de Eugenio Barba y la Antropología Teatral para alcanzar un cuerpo más expresivo y una calidad vocal adecuada. Las emociones no son el punto de partida, sino el resultado de un proceso técnico; llegan sola y dan el brillo final a los personajes. Nos enfrentaremos por primera vez a un público real, y asumiremos las críticas como oportunidades para crecer”.
Karen María Morell Fernández, de Camagüey
“El intercambio de personajes es un proceso enriquecedor, en el que uno como que se alimenta del otro y llena de matices la puesta. Como provengo de la danza, contribuyo con acrobacias y movimientos expresivos, mientras que otros compañeros aportaron según sus habilidades. En nuestra formación, nos han dejado una marca grandes figuras del teatro, como Carlos Díaz y Verónica Lynn. Entre esas memorias también ha quedado Corina Mestre, por despertar en mí un amor duradero por el teatro”.
Alenna Santos Espino, de Camagüey
“Ya había cantado en escena, lo que me ayudó a trabajar la mezcla de actuación y canto. Aunque es un reto mantener la respiración y coordinar el cuerpo con la voz. Las canciones surgieron de improvisaciones, lo que refleja la creatividad del teatro. Este año ha sido clave para descubrir habilidades que creía dormidas. El profesor ha iluminado nuestro camino”.
Claudio César Pérez Díaz, de Las Tunas
“Camagüey se ha convertido en mi hogar gracias al teatro y la escuela, que ahora son mi familia. Aunque al principio sentí algo de presión por ser hijo de actores, esto me ha motivado a mejorar. Este espectáculo es dinámico, nos prepara para resolver cualquier imprevisto en escena. El teatro de arena, con su proximidad al público, es un desafío constante que nos obliga a estar vivos y conectados”.
Nathalí Medina de Armas, de Ciego de Ávila
“Estar lejos de casa es difícil, pero fue mi decisión para perseguir mi sueño de ser actriz. Aunque estuve enferma por dos meses, me adapté y amo esta ciudad como mi segunda casa. Mi personaje del Hada lo propuse al profesor y aunque breve, aporta peso a la obra. Presentarme en un teatro grande ante un público conocido genera emoción, pero confío en el trabajo que hemos realizado”.
Mariana Elvírez Reyes, de Florida
“Desde los 14 años participé en talleres de actuación y siempre supe que quería ser actriz. Aunque estar lejos de casa es un sacrificio, valió la pena el esfuerzo. La escuela me enseñó a ver el teatro de manera profunda, como un estudio del ser humano. La actuación me ha transformado, mientras el profesor nos guía con valores como la humildad en escena y fuera de ella”.