CAMAGÜEY.- Aunque el inventario semanal quedó en números verdes (tres éxitos y dos derrotas) el funcionamiento del equipo Camagüey resulta cada vez más inestable, pues como dicta la retórica popular, "cuando no es una cosa es otra". Este sábado seguimos en la parte baja de la clasificación con cuatro juegos ganados y nueve perdidos, a seis puntos del líder Santiago de Cuba.
El fin de semana se alinearon los astros en la barrida sobre Pinar del Río con marcadores de 7-5 y KO de 11-1, incluyendo gran despliegue ofensivo de la tanda gruesa y buenas actuaciones de los abridores. Frank Madan debutó en esta campaña con una clase magistral de cinco entradas en ceros y gasto mínimo de 59 lanzamientos, aunque no pudo anotarse la victoria, que correspondió a Ángel Luis Márquez. El domingo Juan Sebastián Contreras trabajó siete capítulo con una sola anotación, mientras sus compañeros hacían zafra con el madero, incluyendo cuadrangulares de Moas Jr., Samón y Ayala.
Con la llegada de Artemisa, el martes, regresó la tristeza al Cándido González, tanto que se nubló y la lluvia dio por terminado el choque en el séptimo acto con pizarra de 5-1 favorable a los visitantes. El lanzador José Ramón Rodríguez y el capitán Alexander Ayala quienes lideraron el triunfo del miércoles 10-2 que sacó a los Toros del sótano de la tabla de posiciones, estatus que mantuvieron pese al descalabro del jueves 7-3 en la despedida a los Cazadores.
El hecho de que destaquen individualidades como las de Contreras, Pepe o Madan, en el pitcheo, y Anderson, Moas Jr., González Azcuy, Samón o Ayala, dejan al descubierto que el problema reside en la dinámica de un grupo que no aprende a ganar. Errores defensivos que estropean la labor de los abridores, poca oportunidad ofensiva (principalmente de hombres como Liván Amaro, Yosbel Pérez y Yendri Téllez), se suman al impredecible staff de relevistas en el cóctel negativo. Todavía no despegamos y la solución puede estar en darles confianza a muchachos como Luis Gómez, Jorge Álvarez, Adrián Hernández o el novato Christian Martínez, que desbordan ganas de aportar.