CAMAGÜEY.- En lo que va de año más de un millón de pesos por sustitución de importaciones ahorró la UEB Empacadora Raúl Cepero Bonilla, perteneciente a la Empresa Cárnica de esta provincia, gracias a la labor innovadora y las producciones alternativas que se elaboran.
Ante la carencia de piezas y equipos los trabajadores de esta entidad destacan en la búsqueda de soluciones, como es el caso de Humberto López Bujardón, mecánico de refrigeración, quien lleva más de 30 años trabajando en la empacadora.
Según el citado innovador, para garantizar las producciones y la cadena de frío de los alimentos, en todos estos años ha participado en disímiles inventos, como en el control del nivel de líquido del amoniaco que carecía de piezas, el sistema de acoplamiento de la nevera y la adaptación de un manómetro en el compresor.
Un gran sentido de pertenencia guía a López Bujardón, quien aunque ya se jubiló decidió reincorporarse y transmitirles sus conocimientos a los más jóvenes para evitar que la Cepero Bonilla detenga maquinaria.
Cruzarse de brazos nunca ha sido una alternativa en esta entidad, la cual en varias oportunidades ha acogido actos provinciales, como los de inicio y clausura de las jornadas por el 8 de octubre, y reconocimientos nacionales, como el de vanguardia por la labor innovadora, destacó Milene Rodríguez Suárez, su directora.
Durante el año 2023 la Empacadora no ha dejado de producir porque los miembros de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores idean soluciones, además de los encadenamientos con algunas micro, pequeñas y medianas empresas para adquirir la harina de trigo y el MDM que emplean en sus elaboraciones.
Los productos de la canasta, así como las entregas a Salud, Educación y otros organismos los hemos garantizado, afirmó Rodríguez Suárez.
Pero también, apuntó, existen otros productos como el chorizo, las jamonadas, las croquetas conformadas, los tendones condimentados, las masas reinas, la mortadela, las masas cárnicas, que se comercializan en un punto de venta, donde ya se registra el ingreso de más de seis millones de pesos.
Para lograr esa variedad, que tanto gusta a quienes los pueden adquirir, la labor innovadora ha resultado vital, como sentenció la directora.
La Empacadora agramontina, con 95 años de creada, garantiza la entrega y comercializaciones de productos alimenticios para el pueblo.