CAMAGUEY.- En calidad experimental esta centro oriental provincia cubana, de tradición ganadera, desarrolla en cuatro fincas, pertenecientes a los municipios de Jimaguayu, Najasa y Camagüey, una investigación que apuesta por una masa reproductiva y eficiente, mediante el uso de una alta tecnología de punta.
En el año 2019 se puso en marcha en Camagüey el proyecto y se vio afectado por la pandemia de COVID, con una reanudación actual y el mancomunado esfuerzo de varias instituciones.
Dentro de ellas, el Consejo Interuniversitario Flamenco del Reino de Bélgica, con su programa VLIR-UOS y la alta casa de estudios Ignacio Agramonte, de Camagüey, a través de las facultades de Informática y Ciencias Exactas, y de Ciencias Agropecuarias.
El estudio no solo busca identificar de manera automatizada el celo de la vaca, mediante collares con etiquetas, los cuales recolectan información sobre la actividad física del animal.
"El collar trabaja en la etiqueta con un sistema, un censor que lee esos datos y, a través de la computadora es posible ver los datos registrados, no es solo el celo, es además, la actividad de rumia, el comportamiento alimentario y los periodos de inactividad", aseguro el Doctor en Ciencias Godofredo Garay Álvarez, vicedecano facultad de Informática y Ciencias Exactas y coordinador de la investigación.
Uno de los problemas que más inciden en los bajos niveles de producción de leche en Camagüey son las vacas vacías, que no paren y con índices de natalidad por debajo de lo medianamente permisible.
Las fincas en cuestión son: La Esperanza, de la CCS Ignacio Agramonte, del municipio Jimaguayu; La Victoria de la CCS Evelio Rodríguez Curbelo, también de ese territorio; El Maguey, de la Rafael Guerra Vives, en Najasa; y Las Quintina, de la José Antonio Echeverría, en la carretera de Vertientes.
Consolidados los resultados finales se pondrán en manos del Ministerio de la Agricultura y de la dirección del país para valorar la posible adquisición de la tecnología partiendo del costo-beneficio.