CAMAGÜEY.- Los principios altruistas del pueblo cubano fueron una vez más rememorados con el homenaje a los internacionalistas que yacen en el Panteón de los Caídos del Cementerio General, de esta provincia, y al Lugarteniente General, conocido como el Titán de Bronce, Antonio Maceo Grajales, figura inspiradora de la libertad de los pueblos oprimidos del mundo.
Al concluir las notas del Himno Nacional, fueron colocadas ofrendas florales, en el sitio solemne, a nombre del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el General de Ejercito, Raúl Castro Ruz, la Asociación de Combatientes de la Revolución cubana y el pueblo de la Mayor de las Antillas. A los 31 años de la Operación Tributo, el agradecimiento a esos hombres, seguidores de la firmeza y sacrificio de Maceo, se reafirma en el actual contexto.
Ángela García Oramas, esposa de uno de los soldados fallecidos en tierra africana siente con gran dolor su pérdida, sin embargo se siente orgullosa porque “cumplió con el deber de servir a la soberanía de otros países y hoy en día él es un ejemplo para todas las generaciones de cubanos”.
Durante el homenaje, la presidenta de la Unión de Jóvenes Comunistas en Camagüey, Kelly Álvarez Fernández, expresó: “Las ideas de Maceo nos guían en la actualidad y ofrecen las pautas para combatir la subversión de los malos cubanos que agreden a su gente incitados por el imperialismo norteamericano. Estos no son tiempos de dudas ideológicas, y nuestras juventudes sabrán defender las conquistas de la Revolución como hicieron estos valerosos soldados ”.
A solicitud de Angola, el cinco de noviembre de 1975, Cuba decidió mandar las primeras tropas para dar comienzo a la Operación Carlota en ese país. Al concluir la contienda, en 1991, habían empuñado el fusil más de 381 mil oficiales y reclutas del país, de ellos unos 15 mil camagüeyanos.
En nombre de la solidaridad, al concluir la misión, un total de 2 mil cuatrocientos cubanos regaron con su sangre las tierras de África y regresaron a Cuba, un siete de diciembre de 1989, para que su nación les rindiera los merecidos méritos. Cada año, su pueblo los recuerda con las flores del tributo.