CAMAGÜEY.- El episodio de transmisión interna limitada en la floridana Zona de Defensa Argentina está a punto de cerrarse, pero las autoridades no piensan bajar la guardia.
“De los 151 contactos que generaron los cinco positivos a la COVID-19, solo dos faltan por recibir el resultado del análisis PCR, el resto afortunadamente dio negativo. Los cuatro confirmados ingresados en instituciones de la cabecera provincial evolucionan de manera satisfactoria. No obstante, aquí se mantiene activa la pesquisa diaria al 100 % de la población, la atención a los 53 casos con infecciones respiratorias agudas que tenemos aislados y el tratamiento diferenciado a los adultos mayores y a las embarazadas”, declaró Isaías Martí, vicedirector de Higiene y Epidemiología de Florida.
La extensión de las medidas por el tiempo necesario afectará la vida económica del territorio, pero algunos sectores mantendrán la vitalidad. Por eso se siembran a diario alrededor de tres hectáreas de tierras con productos de ciclo corto que podrán cosecharse en los próximos meses y se refuerza la industria láctea.
Según Damayra Prieto, jefa del subgrupo de alimentos del Consejo de Defensa Municipal (CDM), “más de ocho toneladas de cárnicos, 326 quintales de viandas, 15 de granos y 46 de frutas se distribuyen semanalmente en las once carpas instaladas en el Consejo Popular. El yogur se normó para vender dos bolsas diarias por núcleo familiar, y a los hogares con niños se les ofertarán dulces. Regulamos la venta de productos de panaderías, bebidas no alcohólicas, cloro... para evitar el acaparamiento y garantizar el suministro equitativo. Con los trabajadores sociales y el apoyo del personal de Comercio organizamos un servicio de mensajería en las tres unidades gastronómicas que elaboran comidas para llevar y a los ancianos del Sistema de Atención a la Familia”.
Agregó que en el municipio se implementa un mecanismo similar al de la libreta de abastecimiento para comercializar alimentos y artículos de aseo. Dicha medida responde al llamado de la población de controlar las ventas de los artículos de primera necesidad y no supone cambios en los precios. Aunque no disponen de algunas mercancías para completar la demanda municipal, la instauración del registro de consumidores aseguraría una mejor racionalización para llegar escalonadamente a cada casa.
No obstante, todo el esfuerzo organizativo y de producción será en vano si continúan proliferando las indisciplinas sociales y las violaciones al régimen de cuarentena. Este jueves, nuestro equipo pudo constatar la irresponsabilidad de muchas personas, dentro y fuera del área restringida, que rompen el aislamiento y arriesgan la salud propia y la de todos.