CAMAGÜEY.- No hay mejor alimento para un recién nacido y un bebé que la leche materna y cuando no hay disponible de la propia madre, organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unicef, entre otros, abogan por sustituirla por la leche humana donada, precisamente porque protege de ciertos padecimientos e infecciones, favorece el desarrollo neurológico y es mejor tolerada desde el punto de vista digestivo.
Por su importancia es que cada 19 de mayo se convierte en el Día Mundial de la Donación de Leche Humana, para así beneficiar a neonatos prematuros y lactantes de riesgo.
Camagüey cuenta desde agosto de 2015 con su banco de leche humana, denominado: Donando por un Sueño , en el hospital materno infantil Ana Betancourt.
La Dra. Jacquelín Ponce de León Consuegra, coordinadora provincial del Programa de Lactancia Materna y Banco de Leche Humana de la sección del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI), informa que toda mujer que esté amamantando, posea un estado de salud adecuado y por supuesto si lo desea, puede convertirse en donadora, siempre en un sitio tranquilo, con extrema higiene y nunca acompañada de animales domésticos.
Como es natural, aseguró la también especialista en Pediatría, Máster en Atención Integral al Niño y Profesora Asistente, que el estado de salud de la interesada se comprueba clínicamente, mediante análisis de laboratorio y el visto bueno del médico, previa verificación de su excedente de leche en el hospital materno Ana Betancourt o en su área de salud.
Quedan excluidas de este acto, dijo, las desnutridas, fumadoras, portadoras de hepatitis B y C, VIH/Sida, o aquellas que padezcan de diversas infecciones activas, incluso, si en ese momento presentan un síndrome febril no especificado.
Para realizar la extracción utilizan frascos estériles entregados a la donante, en su primera vez, por el personal de la salud acreditado y encargado de capacitarla. Luego se coloca en el refrigerador o congelador con sumo cuidado; en el primero de los casos, expresó, solo con 24 horas de almacenamiento permitido y en el segundo hasta 15 días.
Antes de cada extracción la mujer tiene que lavarse las manos y el antebrazo con agua y jabón, cepillarse las uñas y secarse con toallas limpias, además, hacerlo con el pelo recogido con un gorro o pañuelo y cubrirse la boca y la nariz con una mascarilla.
Para las siguientes donaciones usará un vaso de vidrio esterilizado por 15 minutos, después tiene que dejarlo enfriar a temperatura ambiente muy protegido, mientras que al almacenarlo debe quedar con cuatro centímetros por debajo del borde y estar segura de que quedó tapado, para así evitar la absorción de olores. Cada frasco se identifica con los datos de la donadora, añadió la especialista.
La leche humana almacenada en las diferentes viviendas se recolecta por el personal de la Salud designado antes de los 13 días, y se traslada, nunca por más de seis horas, en las neveras indicadas, higienizadas previamente.
Solo durante el año pasado, asistieron en el Banco de Leche Humana camagüeyano a más de 4 100 mujeres en sesiones de consejería acerca de la necesidad de la lactancia materna y cómo puede ayudar a otros niños que no son los propios por medio de la donación de este alimento insustituible.
En esos 12 meses las donadoras registradas ascendieron a 1 372, quienes posibilitaron la recolección de 242,7 litros de leche, pese a la situación sanitaria que se enfrenta debido a la pandemia de la COVID-19.
En el propio 2020, resultaron beneficiados 316 bebés con la leche obtenida de esa manera, de estos 152 en estado crítico, 52 en estado grave, y los restantes con bajo o muy bajo peso al nacer.
De las policlínicas Tula Aguilera, José Martí, Rodolfo Ramírez Esquivel y Julio A. Mella se recoge este tipo de leche y destaca en ese sentido el hospital pediátrico Eduardo Agramonte Piña.