Un equipo de geólogos búlgaros y cubanos descubrió en 1971 las zeolitas en el municipio camagüeyano de Najasa, pero más tarde se investigó y comprobó que en el país existen depósitos de rocas zeolitizadas naturales (complejo alúmina-silicato) en casi todas las provincias.
Los depósitos más conocidos están en Tasajeras, Villa Clara; El Chorillo, en Najasa, Camagüey; San Andrés, Holguín; y Palmarito, en Santiago de Cuba, los cuales poseen plantas para su procesamiento, aunque también se halló otro de importancia en la zona de Caimanes, en Moa, Holguín.
Un hecho de sumo interés para el denominado en su momento mineral del siglo consistió en que el 26 de julio de 1989 el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz visitó Najasa, donde actualmente hay una Unidad Empresarial de Base (UEB) de la Empresa Geominera Camagüey, perteneciente al Grupo Empresarial Geominero-Salinero (GEOMINSAL).
Aquel memorable recorrido evidenció el carácter estratégico de sus yacimientos y casi tres décadas después en la nación se producen cada año aproximadamente 50 mil toneladas de zeolita, pero esa es la capacidad nominal de una sola planta o UEB, con las granulometrías más demandadas.
Lo cierto es que en las tres fábricas existentes la cifra pudiera triplicarse si hubiera suficiente demanda, debido a la persistente falta de pedidos por contratos del producto, aun cuando pueden llegar a fabricar 50 mil toneladas por año las industrias de las UEB Geominera Holguín, Plantas Minerales Técnicos de Camagüey y la de Zeolitas Tasajeras, de Villa Clara.
Una situación de ese tipo es atribuida, principalmente, a escasez de solicitudes por falta de conocimientos sobre las virtudes del producto, a la logística y a los envases.
Las rocas zeolitizadas naturales en nuestro país tienen múltiples usos, entre ellos, como filtros en las potabilizadoras de aguas, tratamiento de residuales, lecho de animales de cría comercial y domésticos, y potencializador de los nutrientes que ingieren los animales (cerdos, aves, ganado vacuno).
También son empleadas como sustitutos de fertilizantes, prevención de la contaminación y del desarrollo de hongos durante el almacenamiento de granos, en el secado de materiales, secuestrante de toxinas, en el tratamiento de las diarreas en animales de cría, en la industria farmacéutica y en la cosmetología (producción de polvo facial).
Incluso, en calidad de potencializadores de los fertilizantes, enmendadores de suelos y retenedores de la humedad, en los cultivos de papa, pastos, cereales, granos, flores, plátano, palma y hortalizas.
Así se logran mayores rendimientos por hectárea, como sustrato activo en los zeopónicos e igualmente en la esfera constructiva y la industria del cemento.
Sus esferas de aplicación son muchas y dependen tanto del contenido de zeolitas en la roca como sus propiedades, entre ellas, capacidad de intercambio catiónico selectivo, adsorción-desorción de agua y gases, en procesos que ocurren sin afectar la estructura cristalina de los minerales, estabilidad térmica y ante el ataque ácido.
Su producción y comercialización está a cargo del Grupo Empresarial Geominero-Salinero (GEOMINSAL) en sus entidades de oriente, Camagüey y centro, y tradicionalmente exportan a México, Brasil y España, aunque se gestiona su ampliación a nuevos mercados en el Caribe.
Por lo que representan para la economía cubana, en momentos en que son decisivos el ahorro, la integración productiva y las exportaciones, se impone una renovación en toda la línea sobre el uso de nuestras riquezas de minerales zeolíticos y, especialmente, la divulgación y el conocimiento de sus propiedades.