CAMAGÜEY.- La salud bucal es determinante en la vida de los individuos. En las embarazadas resulta vital, no solo para ellas sino también para el adecuado tránsito de su estado y a la hora de lograr el parto en el término apropiado.

Por ser un estudioso del tema acudimos al Dr. Alain Ramírez López, Estomatólogo General Integral (EGI) y director del hospital José Espiridón Santiesteban Báez, del municipio camagüeyano de Santa Cruz del Sur.

El doctor Alain refirió que las infecciones polimicrobianas en la cavidad bucal son producidas, por lo general, por un desequilibrio entre el sistema inmunitario habitualmente deficitario de la gestante y los microorganismos de la placa dental, lo que desencadena la inflamación de la encía y puede provocar, incluso, la pérdida de piezas dentales.

“Como todo proceso salud-enfermedad, lo biológico no puede aislarse de lo social, expresó, y se conoce que la etapa gestacional puede provocar cambios en los modos y estilos de vida de los que no escapa la deficiencia en el cepillado dental debido a dos motivos: las náuseas que produce esta práctica y el cuadro clínico del llamado “mal embarazo”.

—¿Cuál sería el resultado ante tales dificultades?

—Sin lugar a dudas, contribuyen a la acumulación de la placa bacteriana en la dentadura, y se plantea sean la causa determinante de las afecciones periodontales, y más allá de este concepto, la infección periodontal, a través de la microcirculación sanguínea de la encía constituye una de las múltiples rutas de diseminación hematógena (producido en la sangre o derivado de esta), lo que puede ocasionar, entre otras, infecciones intrauterinas, generalmente, bacterianas.

“En este sentido, se ha demostrado que los agentes patógenos periodontales y orales en general son capaces de atravesar los vasos sanguíneos de la encía y ser detectados en el aparato cardiovascular; la cavidad bucal puede constituir un importante reservorio de microbios con posibilidades de afectar al medio intrauterino”.

—¿Cómo debe asumirse tal evidencia?

—De alerta sobre la posibilidad de una relación entre la enfermedad periodontal y el riesgo de infección a distancia placentaria o del líquido amniótico, que terminaría en una grave enfermedad gestacional denominada corioamnionitis (infección del líquido amniótico y las membranas que lo contienen) y a partir de esto infectar con graves consecuencias tanto al feto como a la madre.

“Es bueno conocer que a lo largo del embarazo se producen en la mujer sana profundas adaptaciones físicas y psíquicas que implican marcados cambios en su anatomía y en el funcionamiento de todo su organismo. Unos de estos cambios, llamativos y frecuentes, es la gingivitis gravídica (aumento de grosor de las encías, su enrojecimiento y también sangrado) y se debe, básicamente, al aumento fisiológico de la vascularización y a la acumulación de líquido (edema) en las mucosas de la embarazada.

“Este estado fisiológico que se produce normalmente en la gestación se caracteriza por la aparición de encías hiperémicas que pueden acompañarse de gingivorragia (hemorragia espontánea en las encías) y gingivitis hipertrófica, donde desempeña un papel primordial la acción hormonal de los estrógenos y la progesterona. En la embarazada los cambios más frecuentes y marcados radican en el tejido gingival, que producen la llamada gingivitis del embarazo”.

—¿Cuáles serían los tipos de gingivitis?

—Hay diferentes tipos con características clínicas y microbiológicas como: la crónica, la ulcerativa necrotizante (más frecuente en adolescentes que en adultos), la hormonal (en la pubertad y el embarazo), la farmacológica (por difenilhidantoína, nifedipino, entre otros medicamentos) y asociada a enfermedades sistémicas (discrasias sanguíneas, enfermedades autoinmunitarias, alteraciones sistémicas), por solo mencionar algunas.

—¿Se comporta de manera especial la encía durante el embarazo?

—La encía de la gestante favorece cualquier agente colonizador, así como la diseminación infecciosa, dada su extrema permeabilidad. La sialorrea (producción excesiva de saliva y la incapacidad de mantenerla en la boca) y el aumento de las concentraciones de glucógeno crean un caldo de cultivo y un ambiente favorable a las infecciones orales durante esa etapa en la vida de la mujer, y como consecuencia se producen diversos cambios.

“Específicamente, en casos de inflamación gingival ocurren con frecuencia bacteriemias (es la presencia de bacterias en la sangre) transitorias que llegan hasta los tejidos placentarios a través del torrente sanguíneo y así provean el impulso inflamatorio para la inducción del trabajo de parto.

“La posibilidad   e influencia negativa sobre el pronóstico del parto pretérmino provocado por las infecciones periodontales fue planteada por primera vez a finales de la década de 1980 y la hipótesis más aceptada sostiene que las bacterias periodontales actuarían como un reservorio crónico de endotoxinas (estructura compuesta por complejos de lípidos y azúcares) y lipolisacáridos (componentes más importantes de la pared celular de bacterias gramnegativas), que estimularían la liberación constante de mediadores inflamatorios y citoquinas (proteínas pequeñas que regulan la función de las células que las producen sobre otros tipos celulares), que por vía hematógena desencadenarían el parto pretérmino”.

—¿Actualmente qué criterios predominan?

—Las corrientes indagadoras van dirigidas, entre otras cuestiones, a determinar si la enfermedad periodontal es un factor de riesgo de primer orden para el desencadenamiento del parto prematuro y, por lo tanto, si debe ser tratada o prevenida adecuadamente antes y durante la gestación.

“Las enfermedades periodontales tienen una alta prevalencia en el embarazo, ya que, a los cambios sistémicos, inducidos por la peculiar respuesta inflamatoria e inmunitaria de la gestante, se suman otros factores favorecedores de la infección.

“Durante el embarazo, la secreción hormonal de estrógenos aumenta 30 veces por la gran cantidad de superficie de epitelio ulcerado de las bolsas que permite a través de mecanismos el paso de bacterias y sus productos al organismo; y la de progesterona, se eleva 10 veces en comparación con lo que ocurre en el ciclo sexual normal de la mujer.

“No debe olvidarse que para posibilitar la aceptación del feto como huésped, la gestante crea un ambiente inmunodeprimido, que evita así su rechazo y, de forma colateral, es más susceptible y vulnerable a las infecciones de todo tipo”.

—¿Los esfuerzos en la prevención y orientación son suficientes?

—A pesar de los esfuerzos realizados en el control del embarazo, del parto y del avance de las nuevas tecnologías en la vigilancia gestacional, la incidencia de los partos prematuros o partos pretérmino no ha disminuido en las dos últimas décadas. El parto prematuro supone una seria amenaza para la salud del recién nacido, con el sobreañadido de un porcentaje muy importante de costos a los destinados a la atención sanitaria perinatal.

“Las líneas de investigación han revelado diversos mecanismos por los que las infecciones remotas, entre ellas la enfermedad periodontal, pueden verse involucradas en el desencadenamiento del parto prematuro, por lo que se deberían incluir como un factor etiológico de importancia y no pasarlas por alto dentro de los planes de prevención de la prematuridad fetal”.

—¿Consejos que no pueden faltar?

—El cepillado las cuatro veces al día, con una técnica que no sea brusca, tratar de colocar el cepillo en   lugares secos y airados, y cambiarlo, de ser posible, cada tres meses.

“Eliminar hábitos deformantes como el tabaquismo, el alcoholismo, de índole dietético, sobre todo los ricos en azúcares y carbohidratos; mantener una dieta adecuada y   balanceada, e incorporar vegetales, frutas, disminuir los cítricos, químicos, los embutidos y   los fibrosos para evitar los atascamientos  interproximales,   o sea, los residuos de carnes dentro de los dientes, mediante la utilización del hilo dental.

“En nuestro sistema de salud por el Programa de Atención Materno Infantil (PAMI), las gestantes se atienden según sus factores de riesgo. Está establecida su captación al inicio del embarazo y se trata hasta darle el alta, que se establece sea en el menor tiempo posible”.