En Puerto Rico hay mucho amor para Cuba, manifestó Oscar López Rivera, uno de los líderes de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de ese país, durante el XIX Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes que tiene por sede la ciudad rusa de Sochi.

Leer más...

El artista multimedial Jorge Luis Santana Pérez merece la Distinción Fidelio Ponce de León 2017. En vez de refugiarse en la obra individual, este joven apela a la sinergia colectiva.

Leer más...

Es de sabios perfeccionar

La palabra perfeccionamiento es frecuentemente usada en las más diversas aristas de la sociedad cubana actual.

Leer más...

Olimpia y Mercedes desde pequeñas retuvieron en la memoria las anécdotas que el papá, Miguel Pérez Mederos, les contara sobre la visita del Che a la fábrica de gases industriales donde laboraba como operador de la planta de oxígeno.

Leer más...

“Yo me muero con mi gente”

El huracán Irma afectó un total de 148 unidades médicas en toda la provincia de Camagüey, incluso derrumbó completamente algunas estructuras que estaban en reparación en ese momento, pero lo que no logró fue dejar que los pobladores se encontraran sin asistencia médica tanto en sus localidades como en los centros de evacuación.


Con Aleida Guevara mucho más cerca del Che

Ella tiene sus genes, es irreverente ante la vida, rebelde; le dice al pan, pan y al vino, vino. Tiene acento argentino y cierto parecido físico con él. Pero para Aleida Guevara March ser la hija del Che solo constituye un reto, un compromiso con la vida de su padre.


La visita del Che a la fábrica de alambre con púas de Nuevitas no se esperaba y, según se dice, el hecho de estar en Senado, posibilitó su presencia en el lugar, cuenta Lina Vázquez Anderson.


Del Che me impresionó su mirada

Evelio Faustino Granja Cortada tiene 72 años, pero cuando fue para la escuela de administradores Patricio Lumumba, creada por el Che y con sede en La Habana, tenía apenas 15.


Yeyo Basulto y los recuerdos del Che

La imagen del Che, su dinámica de trabajo y la manera en que era capaz de llegar a los demás, perdura en la memoria del septuagenario nueviterio Yeyo Basulto, quien fuera por muchos años empleado de la fábrica de alambres con púas y electrodos Gonzalo Esteban Lugo.