CAMAGÜEY.- Hace seis meses que Jorge Almanza y Carmen Blanco no tienen el gusto de cocinar para su hija y disfrutar la sobremesa juntos en casa. Desde diciembre último, cuando la preselección nacional de atletismo se reunió para entrenar, la estelar corredora Rose Mary Almanza no se sienta al pie de la acera de la calle Pobre, en esta ciudad, para ver pasar a la gente y reír con los vecinos.
Este lunes en la tarde Carmen comenzó a decorar la reja de la entrada de su hogar con poco más de dos docenas de medallas y trofeos que su hija ha conquistado en pistas de todo el mundo, algo que "ya se hace habitual cada vez que se acerca un evento grande".
Las últimas que coloca, con mucho cuidado, son las tres doradas de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018. Justo un palmo a la izquierda, hoy colocaron la pegatina que identifica la suya, como Familia Olímpica Tokio 2021. "Ya casi no queda espacio para otra etiqueta", dijo un pariente al ver la nueva junto a otras de eventos múltiples que marcan el feliz recorrido de Rose Mary con la delegación tricolor.
Esta es la tercera vez que en esta cuadra preparan la garganta para gritar bajo los cinco aros, pues en Londres 2012, cuando llegó a semifinales, y en Río de Janeiro, cuando terminó en el puesto 26 de los 800 metros planos, todos "corrieron" con ella.
Casi nunca "La Reina" está presente cuando se reúne su gente y las autoridades deportivas, gubernamentales y de los Comités de Defensa de la Revolución para realizar el ritual y esta vez no fue diferente, aunque enseguida pudo ver fotos del momento desde Guatemala, donde realiza una
base de preparación.
"Entre una cosa y otra va a estar casi un año sin venir, es el tiempo más largo que ha pasado fuera", comentó a Adelante su padre. Jorge sabe de sacrificios y entrega, pero no puede esconder el deseo de darle un abrazo antes de la competencia. "La veré después de las Olimpiadas, aunque todos
los días hablamos y nos mantenemos al tanto".
A su mamá tampoco le hace mucha gracia tanta distancia, pero sabe que todo es por un sueño que hasta ahora le ha sido inalcanzable. "Ella se ha esforzado muchísimo por llegar a tope a Tokio y colarse en las finales. Lo que lograron en el mundial de relevos es una buena noticia, pero saben que
no se pueden confiar. Algo me dice que a la tercera va la vencida".
Esa es la expectativa de sus familiares, amigos y los camagüeyanos que siguen el deporte y la carrera de la que sin dudas será la mejor corredora de la historia de la provincia. La corona del orbe en el 4X400 metros y las excelentes marcas que ha logrado esta temporada en 800 metros, indican que tiene posibilidades de quedar entre las ocho primeras en ambas pruebas, pero para eso debe competir con precisión. Calidad y ganas no le faltan, apoyo mucho menos, eso quedó claro hoy en su barrio natal.