WASHINGTON.- Su nombre fue apenas un cintillo en algunos medios de prensa de Estados Unidos: María Florinda Ríos Pérez de Velásquez, y todo porque esta guatemalteca de 32 años se presentó a trabajar en la vivienda equivocada y recibió un tiro en la cabeza.
Ocurrió en Whitestown, Indiana, según autoridades locales. La mujer formaba parte junto a su esposo de un equipo de limpieza y confundieron el domicilio al que trataron de entrar, fue ahí donde un balazo mortal acabó con su vida.
Al presentarse la policía la mañana del miércoles, cuando ocurrió la tragedia, ya María Florinda había fallecido.
Los agentes acudieron a la escena por una llamada al 911 que alertó sobre una "posible" entrada en una vivienda, y explicaron que Ríos Pérez y su esposo "llegaron por error a la dirección equivocada".
La Oficina del Forense "determinó que la causa de la muerte es homicidio y que la muerte fue resultado de una herida de bala en la cabeza".
Las autoridades no informaron aún quién accionó el gatillo o si hubo algún arresto.
"Este es un caso complejo, delicado y en constante evolución, por lo que divulgar esta información sería inapropiado y potencialmente peligroso.
Dada la naturaleza de la investigación en curso y la preocupante propagación de desinformación en línea, solicitamos al público paciencia y que permita que el proceso de investigación concluya", señaló la Policía.
María Florinda dejó huérfanos a cuatro niños. Su sueño americano terminó violentamente.
Estados Unidos. Oh, las armas.
