LA HABANA.- Miguel Díaz-Canel, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y Presidente de la República, denunció firmemente el despliegue de unidades militares estadounidenses en el sur del Caribe, y calificó esta decisión de Washington como una nueva demostración de fuerza imperial.

Al intervenir este miércoles en la XIII Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno del ALBA-TCP, el mandatario cubano también hizo un llamado a la organización regional y a todos los pueblos del mundo, a condenar esta arremetida de la administración de Donald Trump.

Desde el Palacio de la Revolución, en La Habana, Díaz-Canel alertó que el referido despliegue, realizado con el argumento de combatir a los carteles del narcotráfico, es un movimiento estratégico que podría facilitar acciones al amparo de la ley estadounidense (el Título 50 del Código de Estados Unidos sobre Guerra y Defensa Nacional).

"El imperialismo, en el despliegue de su ofensiva hegemonista y agresiva, evidencia que no tiene intención de detenerse ante los límites que le impongan el Derecho Internacional, la Carta de las Naciones Unidas y décadas de resoluciones y declaraciones regionales y universales contra la coerción, la amenaza, la interferencia en los asuntos internos de otros Estados y la intervención", manifestó.

En este sentido, el jefe de Estado cubano advirtió sobre una anunciada prerrogativa que el Gobierno de los Estados Unidos pretende otorgar a sus agencias de aplicación y cumplimiento de la ley para actuar contra organizaciones criminales dentro de las fronteras de otros Estados.

Subrayó que ello constituye una inaceptable amenaza de agresión, de violación de la soberanía de naciones de la región y una alteración adicional del régimen de paz y cooperación que los países latinoamericanos y caribeños tanto se han esforzado por garantizar.

En su discurso, Díaz-Canel también denunció el estímulo y la financiación a planes terroristas contra Venezuela, así como la acusación lanzada por el Gobierno de Estados Unidos contra el presidente Nicolás Maduro, que pretende asociarlo a organizaciones criminales vinculadas con el tráfico ilícito de drogas. 

   "Se trata, nuevamente, del tipo de maniobras a las que acude el imperialismo cuando alberga intenciones agresivas contra Estados soberanos, cuando no es capaz de ahogar el espíritu de resistencia de los pueblos y necesita entonces un pretexto fraudulento para justificar sus acciones", afirmó.

 Estas amenazas, comentó, forman parte de un esquema de dominación envilecido, empeñado en reactivar la Doctrina Monroe, clave del intervencionismo estadounidense.

 La intervención del jefe de Estado cubano incluyó un llamado a la unidad para enfrentar al imperio, y reiteró las pretensiones de Washington de subordinar a los pueblos de Latinoamérica y el Caribe a sus intereses.

 Evocó el legado del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, y sus esfuerzos por la integración y la unidad de la región.

 Recordó que las amenazas no solo recaen sobre países como Venezuela, Nicaragua y Cuba, "devenidos últimamente en blanco predilecto del cerco y las medidas económicas coercitivas unilaterales del Gobierno de los Estados Unidos, sino que gravitan sobre todos los pueblos dispuestos a decidir su propio destino".

 Díaz-Canel igualmente exigió que cese el genocidio en Gaza, y aseguró que el sionismo israelí y el imperialismo yanqui intercambian roles en sus ejercicios criminales.